1. La prima Diana se come mi semen y mi mujer nos descubre


    Fecha: 11/09/2024, Categorías: Incesto Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    La estancia en Irapuato estaba siendo de lo mejor, Diana se había convertido en mi nueva amante, aprovechábamos cada momento para coger, a veces mientras todos estaban jugando en el patio de atrás, yo la tenía en cuatro en el cuarto de lavado dándole con fuerza, mientras se preparaba la cena yo miraba desde el cuarto de escoba mientras Diana me daba un rico oral, estábamos desenfrenados.
    
    La adrenalina por ser descubiertos aumentaba todo, en las noches ya dando la madrugada, me metía a su cama donde cogíamos sin hacer ruido, me corría una y otra vez dentro de ella o en su boca o en su cuerpo, me tenía loco la prima de Lety y a Diana no le importaba que cogiera primero con Lety, siempre y cuando cogiera con ella.
    
    Y ahí nos vamos hasta la última noche que pasaríamos ya que al día siguiente regresábamos a la ciudad, ella en la tarde me comento que me tenía una sorpresa, acordamos que todo sería en la noche, cuando los demás estarían en la cena de despedida que nos regalarían.
    
    La cena estuvo muy bien y Lety y su primo empezaron a alcoholizarse, yo no la detuve, yo tena mis propios planes y Felicia no estorbaría ya que ella estaba cansada y haciéndose cargo de los pequeños.
    
    A eso de las 2 am, Lety continuaba bebiendo y Enrique andaba súper perdido, con una seña de ojos, Diana me dio la señal para subir a su cuarto, le dije a Lety que iría al baño y de ahí a recostarme, con unos minutos de diferencia entre a la habitación de la prima Diana, que ya me esperaba con un conjunto de lencería riquísimo.
    
    D: ¡Hola, te gusta!
    
    L: Uhm, ¡te ves espectacular!
    
    D: ¡Lo compré para lucírtelo!
    
    L: Uf, ¡gracias, que detalle, te ves súper caliente!
    
    Y no era para menos, un conjunto de un brasear que apenas cubría sus pezones en color rojo y una diminuta tanga color rojo de encaje me genero una erección potente.
    
    Me acerqué lentamente mientras me quitaba mi camisa, la hermosa prima me esperaba en la cama levantando sus piernas mostrándome lo jugosa que se miraba. Un beso apasionado le daba mientras mis manos acariciaban su abdomen y su vientre, ese vientre que tal vez ya tenía algún producto de parte de nuestras embestidas sexuales. Mis dedos exploraban su suave piel blanca, mi lengua y la suya se enrollaban y nos ahogábamos en la lujuria del amor filial.
    
    D: ¡Te voy a extrañar!
    
    L: Basta, ¡sabes que siempre volvemos y además puedes ir a casa cuando guste!
    
    D: ¡Y en tu casa podremos hacer esto?
    
    L: Si no en algún hotel, ¡pero cuando gustes puedes ir!
    
    Dicho eso, continuamos explorándonos mutuamente, ella besaba mi pecho, bajaba su lengua por mi abdomen y me despojaba del pantalón, abajo la música sonaba, eso me daba confianza para poder disfrutar una vez más los encantos de Diana.
    
    Ella bajó lentamente mi trusa y comenzó a juguetear mi verga la cual ya estaba súper dura, la puso en medio de sus tetas y comenzó a hacerme una “rusa” de ensueño, sus duros y firmes pechos me daban un gran placer al subir y bajar, la punta de mi verga llego ...
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