1. Un sencillo emprendimiento de negocios (II)


    Fecha: 10/09/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: tuarek, Fuente: CuentoRelatos

    Me desperté como a las 8 de la mañana, estaba desnudo apenas con una sábana encima, la luz entraba por la ventana y podía ver mi ropa tirada en el suelo, escuche ruidos y miré en dirección al baño, la puerta estaba abierta y ahí estaba Gilda, salía de la ducha, tenía el cabello mojado, me sonrió, y se irguió mostrándome sus tetas grandiosas, antes de envolverse en una toalla; salió del baño y vino hacia mí, se sentó a mi lado, apoyando su mano en mi pierna.
    
    -Hola hermoso, dormiste rico?
    
    La mire desconcertado y claro, la noche vino a mi memoria
    
    -no me esperaba lo de anoche.
    
    -hay, mira… yo sé que por el tiempo de amistad que llevamos no me ibas a proponer nada, aunque los dos estemos con unas ganas de sexo, así que pues, me salió bien que estuvieras tan interesado en Rebeca para que estuvieras bien excitado.
    
    -que maquiavélica resultaste.
    
    -bueno, vi la oportunidad… pero acaso no te gustó?
    
    Me quede callado viéndola y dirigiendo la mirada hacia sus pechos que seguían resaltando, entonces ella casi leyéndome el pensamiento, aflojo la toalla dejando que sus pechos por la simple presión que hacían envueltos en la toalla, se liberaran.
    
    -te gustan?- me pregunto y apretando su mano casi sobre mi entrepierna.
    
    -Son preciosos… y sabrosos- dije, sopesando uno, tanteándolo en mi mano, sintiendo como se calentaba al contacto y que los pezones se volvían a poner duros, con el roce.
    
    Acerque mi cara nuevamente a sus pechos, pero esta vez admirándolos más a la luz de la mañana, eran muy redondos y tenían un ligero tono más claro que el resto de su piel, era obvio que no pasaban mucho tiempo a la luz natural, acomode mi cara entre los dos pechos y comencé a besarle la piel recién humectada, tenía un ligero deje a perfume del baño, pero rápidamente el sabor fue a piel de mujer, lo mismo con los pechos, me fui a por el derecho con mi boca, presione mi rostro contra él, rozando mis labios hasta sentir la rugosidad de su pezón, ahí mi lengua empezó a hacer círculos en su alrededor, soltó un bufido cuando comencé a morder y chupar.
    
    La acomode más en la cama, de modo que se recostó sobre la toalla que ahora se abría totalmente mostrándome su pubis húmedo, comencé a frotarle dos dedos entre las piernas, ella las apretó haciendo que presionara más para meterlos en su parte intima, yo tenía alcance a sus partes, pero ella luchaba con su mano para encontrar una buena posición para agarrarme de la entrepierna.
    
    Ella me tenía con la verga dura nuevamente, sus manos empapadas de saliva, sudor deslizaban salvajemente apretándomela y haciendo que recuperara la forma, estaba por correrme.
    
    Estaba por estallar, cuando un ruido me hizo voltear a ver hacia un lado. Al lado de la puerta abierta estaba una mujer con cara de asombro, usaba unos lentes redondos que ocultaban un poco sus ojos abiertos en gran expresión de sorpresa, se había llevado las manos a la boca al dejar caer unas bolsas que traía y que seguro soltó apenas ver la ...
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