1. Con el desconocido en el bus


    Fecha: 10/09/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: LauraPaolaAcost, Fuente: CuentoRelatos

    Hace mucho no relato nada, y ¡Vaya que tengo cosas para relatar!
    
    Como ustedes saben, son una mujer voluptuosa, mi cuerpo siempre llama la atención entre los hombres, pero la atención que me gusta recibir es la de hombres maduros (en edad). En mis anteriores relatos, siempre he culeado (tenido sexo) con hombres que conozco: mi profesor, mi vecino, el abuelo de mi amiga, y el señor que arregló algo en mi casa (conocido de la familia). Pero hoy, quiero relatar sobre el DESCONOCIDO en el bus.
    
    Necesitaba viajar a un lugar cercano a mi ciudad, a unas pocas horas de allí. Decidí tomar el autobús y sentarme en las últimas sillas de atrás, (que bueno que el autobús iba casi vacío, de esa manera el conductor no haría tantas paradas). Era de noche, aun así hacía bastante calor; yo llevaba un short muy corto y una blusa de tiras con gran escote, además de mi bolso con el cual me tapaba un poco el cuerpo. Se subió un señor de unos 56 años más o menos, empezó a buscar donde sentarse y cuando me vio se hizo inmediatamente en el asiento a mi lado izquierdo (yo estaba junto a la ventana). En ese momento supe que era un pervertido, pero yo no estaba segura de si quería jugar con él o no.
    
    En los buses aquí en Colombia cuando viajas de noche siempre apagan la luz, noté como justo antes de que eso sucediera, el hombre detalló mi cuerpo de arriba hacia abajo, pero nunca me miró a la cara. Después de pasados unos 15 minutos vi a poca luz que se quitó su chaqueta y la puso encima de sus piernas (eso se me hizo normal al principio, ya que como dije antes hacía mucho calor esa noche).
    
    Pasaron unos minutos más hasta que sentí que el hombre movía su brazo derecho de un lado a otro (como haciendo cierto masaje), y ahí fue cuando me di cuenta que se estaba masturbando; no quise decirle nada porque desde el principio noté que era un pervertido y mi cuerpo lo calentó, por ello no podía culparlo ni cambiarme de asiento. Sentí como movía su brazo: lento - rápido - lento - rápido, hasta que comenzó a jadear.
    
    Yo trataba de mirar por la ventana y distraerme para no oír como se venía aquel maduro, pero era imposible, él se tapó la boca con su chaqueta (tuvo que morderla para amortiguar los sonidos) y después lo vi jadeando tanto que supe que ya se había venido; terminó su cometido y no dijo ni una sola palabra; continuamos el viaje, cuando el hombre se dispuso a entablar una conversación conmigo.
    
    - Hola, ¿cómo te llamas?
    
    - Me llamo Laura, ¿y tú?
    
    - Soy Adrián, ¿De dónde eres?
    
    - De Ibagué.
    
    - Yo igual.
    
    Después de eso solo hablamos de cosas triviales, hasta que en un momento él me dijo que yo era muy bonita, y que se había acercado a mí cuando se subió al bus, porque le gusta estar cerca a mujeres que muestren mucho su cuerpo. Me comentó que había tenido 3 encuentros sexuales en el transporte público y que casi siempre con jóvenes de mi edad (que estuvieran dispuestas) a tener relaciones sexuales con él.
    
    Le dije que me alegraba por él y le pregunté que ...
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