1. Escapada a la montaña con mi madre (VI)


    Fecha: 10/09/2024, Categorías: Incesto Autor: Edipo14_, Fuente: CuentoRelatos

    ... viste que ponía algo de aceite te confundiste, ¿verdad? -yo sabía perfectamente que no se trataba de un error, pero quería hacer que se confiara-.
    
    -Emm, sí claro recuerdo que fui sin gafas, seguro que ni me fijé al meterlo en la maleta. Si es que tu madre ya está mayor hijo jajaja -se notaba como se quería hacer la loca-.
    
    -Bueno pues ya que lo tenemos aquí podíamos darle un buen uso.
    
    -Hay que ver hijo, parece que estás todo el día pensando en guarradas jajaja.
    
    -No no mamá, yo sólo me refería a darte un masaje. ¿No serás tú la que está todo el día pensando en guarradas? Jajajaja.
    
    -¿¿Yo?? Anda que menudas cosas tienes nene. Tu madre ya es una mujer adulta, no anda pensando en esas cosas de jóvenes jajajaja.
    
    -Ya claro... Jajaja. ¿Bueno pues entonces qué te parece? Cómo ves que tu hijo te haga un buen masaje de espalda.
    
    -Bueno pues la verdad es que no me vendría mal, así me relajo un poquito.
    
    -Pues no se diga más, te voy a tratar como si estuvieras en un spa con todo incluido.
    
    -Uy qué bien suena eso -decía ella mientras se daba la vuelta quedando boca abajo-. En ese caso adelante caballero, haga su trabajo.
    
    -Con mucho gusta señorita.
    
    Una vez con ella boca abajo me saqué el dildo del bañador para esconderlo debajo de la tumbona y así estar más cómodo. Comencé echando una buena cantidad de lubricante por todo la espalda, y le pregunté si le importaba quitarse la parte de arriba del bikini para hacerlo más cómodo, a lo que ella respondió quitándoselo con total normalidad sin decir apenas ni una palabra. La verdad es que era flipante como en apenas tres días el pedirle a mi madre que se quedara en tetas se había convertido en lo más normal del mundo. Tras esto comencé a darle un masaje normal y corriente, repasando toda su espalda, como haría un auténtico profesional.
    
    Después de un rato eso sí comencé a repasar muy tímidamente el costado rozando el borde de sus pechos, ya que estando boca abajo las tremendas tetas de mi madre quedaban aplastadas y sobresalían por los lados. Tras unos quince minutos de masaje, decidí pasar a la parte inferior, echando bien de lubricante por las piernas. Comencé de nuevo un clásico masaje primero por las piernas y después centrándome en su gordo culo, el cual quedaba prácticamente al descubierto ya que el tanga que llevaba se le metía por la raja. Ella no decía nada, simplemente soltaba alguna leve risilla al echarle el lubricante, ya que este estaba bastante frio. Después de varios minutos recorriendo todo su cuerpo, decidí dar el siguiente paso.
    
    -Oye mamá, ¿qué te pare que ahora pasemos a la parte de delante?
    
    -Dios hijo, me estás dejando relajada a más no poder, así que no te voy a decir que no -decía mientras se daba la vuelta-.
    
    Al quedar boca arriba pude ver cómo sus tetas se desparramaba por ambos lados de su pecho, aunque he de reconocer que me parecieron sorprendentemente firmes para estar en esa posición. De esta manera le eché de nuevo bastante lubricante por la parte ...
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