1. YO 28, PRIMERAS EXPERIENCIAS


    Fecha: 08/09/2024, Categorías: Gays Autor: Pinkys, Fuente: SexoSinTabues30

    ... besándonos mientras mi mano luchaba por sacar aquel miembro que había imaginado como un sueño imposible, y que el destino puso en mi camino.
    
    Me dijo, “saquémonos la ropa” a lo cual accedí de inmediato, y rápidamente nos desnudamos, dejando la ropa en el asiento trasero, y ya empezamos a acariciarnos y besarnos cual si fuéramos eternos amantes que no se veían por siglos de separación.
    
    Me dejé llevar por sus instintos, reclinamos los asientos y me pidió penetrarme de inmediato a lo que accedí, buscando acomodarme de la mejor forma posible dado que el auto no era precisamente amplio.
    
    Sentí cuando me empezó a apuntalar usando su propia saliva como lubricante, y sentí el increíble placer y sueño cumplido de ser penetrado por aquel hermoso chico.
    
    Ambos estábamos muy excitados, en especial él, que no demoró mucho en tenerme completamente empalado, iniciando el movimiento de mete, saca que, aunque en un primer momento me incomodó por el tamaño de su miembro y la violencia que a ratos ejercía, simplemente me dejé hacer dado el deseo que secretamente había atesorado por aquel chico.
    
    Ahí estuvimos follando, con las estrellas por testigo. Los vidrios del coche se empañaron, dada la calentura interior, versus el frio exterior puesto que ya era otoño y muy de madrugada, hasta que, sin aviso ni señal alguna, sentí cuando me abrazó intensamente y se quedó quieto, para empezar a inyectarme su juvenil semen dentro de mi culo, en varios chorros que me hacían llegar al cielo, y más aún al sentir pequeños gemidos de placer de mi hermoso César.
    
    Y así, ya cuando desocupó el contenido de sus huevos jóvenes, se separó de mí, a lo cual yo tomé un rollo de papel higiénico que convenientemente llevaba en el auto, y procedimos a asearnos y vestirnos.
    
    Fue en ese momento, ya afortunadamente vestidos, que se ve unas luces de un vehículo que se acercaba por la parte posterior. Ello indudablemente nos sorprendió y hasta nos asustó, dada la hora que era, y además que estábamos en un camino que no justificaba anduviera alguien en esas circunstancias.
    
    El problema fue más incómodo, cuando el vehículo en cuestión, enciende sus balizas, dando a conocer era un vehículo policial. Se detuvo detrás de nosotros y un carabinero, golpea mi ventana la que rápidamente bajé.
    
    Alumbraba al interior con su linterna, y Cesar, inteligentemente bajó la cabeza, con lo que su rostro no se veía al caer su abundante cabellera que lo cubría, ocultando su identidad varonil. (Por aquellos años la homosexualidad era no solo mirada mal socialmente, sino que existía el delito de sodomía, castigado penalmente, situación que actualmente ya es historia). Al estar los vidrios empañados y la situación recién descrita, el policía pensó se trataba de una mujer, pidiéndome solo mi identificación, y a su pregunta sobre lo que hacíamos ahí a esas horas, simplemente respondí que “estábamos conversando” lo que evidentemente no era cierto.
    
    Y así, me devolvió la identificación, aconsejándome ...