1. YO 28, PRIMERAS EXPERIENCIAS


    Fecha: 08/09/2024, Categorías: Gays Autor: Pinkys, Fuente: SexoSinTabues30

    ... bajé los pantalones más debajo de la rodilla, y me puse boca abajo en la cama, él se acomodó con sus pantalones abajo, dejando mis piernas al medio, y sentí como empezó a deslizar su verga por mi raya. Sentí cuando se llevó una mano a la boca para mojarse con saliva, y me abrió las nalgas para empezar a penetrarme.
    
    Poco a poco sentí como me iba horadando, lo que me producía un ardor en las paredes anales, mientras me seguía perforando, hasta que sentí que había llegado al fondo. Para ser sincero, no hubo placer, más bien fue curiosidad y un poco de dolor lo dejé que estuviera unos minutos bombeándome el culo, que no fueron demasiados, y le pedí que parara. Lo hizo sin reclamo y a pesar de no haber eyaculado aún.
    
    Me correspondió mi parte, y se ubicó en la misma posición que yo estuve antes, y abriendo sus nalgas introduje mi pene, el cual de todas formas estaba lubricado por el precum, pues es innegable que la situación era excitante y de la misma forma, lo follé solo algunos minutos hasta que me pidió que terminara, lo que hice tal como él minutos antes, sin eyacular.
    
    Y así fue esa primera experiencia. Posteriormente el me invitó en repetidas ocasiones, pero solo quería ser él quien me follara, a lo que siempre me negué (como me arrepiento) y ya después nos separamos que seguimos distintos destinos en educación superior.
    
    Pasaron los años y en cierta ocasión me encuentro con una amistad en común (si es que eso fue amistad) y me enteré que lamentablemente había fallecido, al ser atacado por un violento cáncer que cobró su vida.
    
    Unos años después de lo que ya relaté, yo con 18 años (lo aseguro dado que tenía licencia de conducir) tuve un encuentro con un chico de nombre Cesar, de quien no supe mucho sobre su familia, que tenía unos 15 ó16 años y vivía con su abuela.
    
    Como he señalado en otros relatos, mi facilidad para hacer amistad con chicos menores, una vez quedó demostrado, ya que siempre me encontraba con él, conversábamos de cosas banales, pero que el solo estar en su compañía, me daba alegría, sin contar que además el chico era bastante guapo, pelo castaño, liso, hasta los hombros, esbelto, ojos claros. Lo que el médico me había recetado.
    
    Y así, cuando lo encontraba y yo paseaba en el auto de mi padre, me estacionaba a conversar con él, de cualquier tema, pero nada sexual.
    
    Sin embargo, todo cambió una noche, más bien casi madrugada, lo encuentro caminando, me detuve y subió de inmediato, y le pregunté para donde quería ir, y me señaló que a algún sitio tranquilo.
    
    No esperé repetición y me dirigí por la carretera principal, a un sitio alejado del pueblo, donde me metí por unos caminos en el cerro, alejado de cualquier casa o vehículo que a esa hora pudiera transitar.
    
    Me estacioné y de inmediato se me acercó y me dio un beso intenso, el que respondí sin dilación, y bajé una de mis manos a tocar su intimidad, encontrándome con un pene duro cual garrote y que casi reventaba su pantalón luchando por escapar. Seguíamos ...