1. El viejo del parque.


    Fecha: 07/09/2024, Categorías: Gays Autor: Danisampedro91, Fuente: SexoSinTabues30

    ... ya veo que te gusta, por eso volviste ¿verdad…?
    
    Yo volví a mover la cabeza en señal de afirmación, claro que había vuelto por aquella polla que entusiasmado estaba acariciando. Me había puesto demasiado cachondo el ver aquella enorme e hinchada verga, por eso había vuelto ahora que ya no tenía que cuidar del pastor alemán. Ahora ya no tenía nada que hacer, solamente disfrutar de aquella verga que hipnotizado acariciaba.
    
    ¿Quieres chuparla? Me preguntaba el viejo sin dejar de acariciar la cara con su mano.
    
    Yo que no sabía que hacer, solo me dejaba llevar, le miré a la cara como si quisiera pedirle permiso.
    
    Anda, chúpala un poquito ya verás como te va a gustar, me animaba el viejo a la vez que me iba empujando la cabeza colocando su mano sobre mi nuca.
    
    Dejándome llevar, fui agachándome hasta que abrí la boca empezando a tragar aquella enorme verga que tenía delante de mis narices. Abrí la boca metiéndome de una vez todo el glande, luego mientras apretaba mis labios saqué de nuevo la polla, pasé la lengua por todo el capullo, volviendo a meterme de nuevo toda aquella cabeza a la vez que trataba de saborearla.
    
    ¡Ohhh! Siií, ¡ooohhh que boquita! Siií, así así, ¡ay que gusto! ¡ay que gusto! Gemía el viejo acariciándome la cabeza, mirando como yo le empezaba a chupar la polla.
    
    ¡Ay maricón que bien la chupas! Esta no es la primera que chupas, ¿verdad? Me preguntaba acariciándome la cabeza mientras yo trataba de tragar todo lo que podía aquella enorme polla.
    
    Moviendo la cabeza en señal de negación, trataba de contestarle que no, que no era la primera vez que chupaba una polla.
    
    El viejo viendo lo entusiasmado con que yo me aferraba a su verga, lo bien que le estaba realizando aquella mamada, sabiendo que allí estábamos demasiado expuestos y que cualquiera que entrara nos vería, sacándome la polla de la boca a donde yo me encontraba aferrado mamándola, me dijo:
    
    Ven, vamos para el cubículo, allí estaremos mejor y si entra alguien no nos vera, aquí si entra alguien nos puede ver.
    
    Dejando que me llevase sujetado por el brazo, relamiéndome los labios tratando de que no cayesen aquellos hilos de saliva que me colgaban de la boca, nos metimos en el habitáculo del único retrete que había. Era un cubículo bastante amplio, era el doble de largo que otros retretes que había en otros aseos públicos.
    
    Nada más entrar, el viejo cerró la puerta, se aproximó a mí, agarrándose la verga a la vez que me decía:
    
    Aquí estamos mejor, ven, sigue chupándola, que lo haces muy bien.
    
    ¿Cómo te llamas! Me preguntaba a la vez que llevaba su mano a mi cara y me iba acariciándola.
    
    Dani, le contesté mientras le agarraba la hinchada verga acariciándola a la vez que le miraba a la cara, e iba bajando mi cabeza para volverme a meter aquella hinchada polla en mi boca.
    
    Empecé a chupar de nuevo aquella verga que tanto me estaba gustando, mientras el viejo volvía a gemir mientras me iba acariciando la cabeza. Revolvía mi pelo con su mano contemplando ...
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