Fue algo casual (2) - Relatos Eróticos

Fue algo casual (2)

... lo capullo que, he sido, no dándome cuenta de su jugarreta, individuo que, ignoraba desde su nombre hasta de donde vivía, pues su presencia en esa reunión de presidentes, tampoco te hace decir que vive en esta comunidad. Y recordar, como le da por colarse dentro de mi casa, diciéndome...

Decir al tiempo que, le da por sacarse su miembro fuera, y cerrar la puerta tras de sí, y aunque, no dejo de intentar echarlo, aunque lo cierto sin convención alguna, dándole por poner sus manos en mis hombros, oprimiéndomelos, y hacerme arrodillar, tomando esa polla, y volvérsela a chupar... uuummm!!. Mientras le escucho, decirme...

Y tras descargar de nuevo, no haciéndome tragar en esta ocasión, pero sí que, le dio por echármelo en la cara, y pudiendo ver, como esta resbalaba hasta mi pecho, y finalmente el suelo... uuummm!!. Individuo que, me dijo...

Decir, y proseguir...

Siendo el mismo por responderme, ante mi silencio, pues no iba a permitir que, llegara a venir a mi casa a ‘extorsionarme’, diciéndome...

Acabando por interrumpirle, pues no deseaba que, apareciera precisamente cuando no estoy, y que, levantara sospechas, aunque no hay nada que sospechar, haciéndole ver que...

Respuesta que, le di, y esté, tras palmear con fuerza mis nalgas, decirme aquello...

Comentario que, durante dos días cumplió a raja tabla, viniendo con la ‘tabla’ aprendida, llegando y recibirle con una prenda interior que, debo decir que, me duro bien poco. Tocando primero por bañarme a base de lengua y saliva, cuyos dedos me metió en mi orificio, teniendo que soportar no uno, ni dos, sino hasta tres de sus dedos... ooohhh!!.

Dejándome de lo más dilatado, pero que, antes de comenzar, tocaba comerle la polla, y acabar con esa primera lechada al fondo de mi estómago... uuummm!!. Continuando por cogerme, y así de pie e inclinado sobre un mueble, darle por penetrarme desde atrás, dejándome bien preñadito... uuuffff!!.

Y como tras nuestra segunda vez, vi mi cielo abierto, cuando me entere de que enfermo su mujer, ya que necesitaba estar con ella las 24 horas del día, dejamos de vernos, pero a día de hoy, cada vez que, nos cruzamos, no hay vez que, no se me quede mirando. Y en más de una ocasión, me ha soltado...

Dejándolo ahí, y no atreverse a nada, aunque para mi interior, pienso que, debería de intentarlo, deseando que me asaltara, y me la metiera bien metida, pero bueno, pienso que, algo debió de olerse la mujer, cuando ha dejado de dar pie a ello. Y bueno, toca despedirse, deseando que, sea hasta pronto, espero que, os haya gustado, tanto como a mí recordarla, y ya que, estamos, publicarla. Y, ya solo queda, deciros que sí, queréis poneros en contacto, podréis hacerlo a mi email, el cual es:jhosua 1974 @ Gmail . com (obviamente todo junto).