Fue algo casual (2) - Relatos Eróticos

Fue algo casual (2)

Fue algo casual (2)

Antes de nada, debéis de perdonarme, y excusarme, pues voy a intentar publicar, todos los relatos que, tengo acabado, ya que, quisiera irme de vacaciones, y no sé, si tender tiempo para ello. Aunque aún tengo tiempo, tengo en mente el irme unos días a casa de mis abuelos, casa que tiene en el pueblo, donde creo que, si las cosas van como espero, podre aumentar mis experiencias.

Así, como cuando vaya para Lisboa, donde deseo alojarme en un albergue con todo los placeres de un hotel, y claro está, voy invitado por unos amigos que, no se debería de presentarlos algún día... uuummm!!. Pero bueno, mejor será que, contiene con esta confesión, aunque para recordar como la deje la anterior, creo que, se merece una pequeña sinopsis, vale.

Pues como he dicho, no quisiera repetirme, pero, creo que, es necesario recordar aquel primer encuentro, cuando había regresado de comprar en el supermercado, y como en vez de haber subido a casa a dejar las cosas, como que, me dio por ordenar, y limpiar el interior del coche.

Quizás, esto hubiera sido mejor haberlo dejado para otra ocasión, pero pensé que, al no tener la prisa de que, nadie me espera, no vi mejor ocasión. Darme por salir del interior de mi coche, abrí la puerta trasera del pasajero, estiré las prendas que protegen los asientos.

Limpieza que, aproveche por la tranquilidad, importándome poco la poca luz que había, pues como bien sabéis, la iluminación de los garajes dura un tiempo, gracias a los sensores de movimiento. Y perdonad, me estoy yendo por las ramas, sigo.

Pues eso, me incliné a modo de limpiar los bajos de los asientos, viendo que me tenía que inclinar aún más, y de paso me puse lo mas cómodo posible. Apoyando mis rodillas en ese marco de la puerta, inclinado mi cuerpo hacia delante mas cómodamente, dándome por ordenar los bajos de los asientos. Cuando al tiempo que, se encienden la iluminación del garaje, noto una mano en mi cintura, al tiempo que, se me ofrecen, diciéndome...

Ofrecimiento que, bien sabéis para que, los que, lo hayáis leído, que, no solo fue algo verbal, pues el muy cabrón, acabo por empotrarme contra mi propio coche... uuuffff!!. Incorporándome cuando pude, saliendo del espacio que, hay entre los coches, pudiendo ver solo a lo lejos, una silueta de espalda, persona no muy alta, pero sí de anchas espaldas.

Y que, por sus rasgos traseros, y por cuando me empotraba, di por hecho que, debía de tener un tipo fondón, no pareciendo que deba de ser muy joven, más por lo estropeada de sus manos, pero bueno de espalda, y a oscura, todos son iguales.

Pudiendo decir que, durante meses no supe quién era, no se había dirigido a mí en ningún momento, miraba a cada vecino, cuyas facciones eran similares a aquella silueta, pero no llegue a diferenciarlo. Meses después, quizás fueron dos, cuando tocándome siendo presidente, me dijeron que, debía de ir a la reunión de presidentes de la intercomunidad.

Donde recuerdo que, me citaron en los ...