1. Tres regalos para Diana


    Fecha: 30/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Manu, Fuente: TodoRelatos

    ... Diana tocándola como para comprobar si se estaba humedeciendo, y la expresión de su cara me hizo pensar que era así. Entonces, llevó las extremidades de Diana, ya que su boca estaba todavía ocupada con Luis, hasta el flanco de Rubio y el mío y esta sonrío aún más cuando notó nuestras dos tremendas vergas que estaban durísimas. Empezó a masturbarnos a mí y a Rubio con suavidad, bajando y subiendo mientras seguía chupando los huevos y la enorme polla de Luis, que gemía de gozo ante las atenciones de la bella mujer.
    
    Empezó también a chuparnos las pollas al Rubio y a mí, y casi me corrí del gusto cuando sentí sus labios entrando en contacto con la punta de mi miembro. Había echado mucho de menos aquella boca, aquella lengua, aquel cuerpo… me empezó a lamer todo lo que se podía lamer, como Amanda había hecho antes. Pero aquello era mejor. Mucho mejor. Me estaba volviendo completamente loco de placer con sus manos, su boca, sus dientes. Siguió así durante un buen rato, hasta que se paró un momento y dijo:
    
    —Yo no sé, pero estos sabores me suenan, creo que ya los he tenido antes en la boca.
    
    Amanda parecía que iba a decir algo pero no pudo impedir que Diana se quitara la venda, dejando al descubierto esos hermosos ojitos verdes que tanto me gustaban. Al vernos a todos ahí parados, con las pollas endurecidas y humedecidas por su propia saliva, se quedó de piedra. Pero enseguida comenzó a reírse, tanto que parecía que iba a caerse hacia atrás. Se volvió hacia Amanda con una expresión de descaro.
    
    —Eres una cabrona, tía —le dijo guiñándole el ojo—, mira qué bien te ha salido el plan.
    
    De modo que había sido una encerrona por parte de la otra. Amanda se encogió de hombros y, acto seguido, se puso en pie y se fue a sentar en uno de los sillones, dando a entender que desde ahí seguiría el espectáculo con la mirada.
    
    Diana continuó con nosotros, chupando, mamando y masturbándonos con sus manos y su boca. Intenté meter la mía hasta el fondo de su garganta, para hacerle una profunda, pero no pudo ser y, además, no quería forzarla hasta el límite de su capacidad antes de tiempo. El momento en el que más me excité fue cuando tuvo mi polla y la de Luis, las dos al mismo tiempo, en la boca. Es algo que me pone bastante a cien, que mi polla se roce con la de otro hombre cuando una chica me está dando placer. Creo que a Luis también le gustó bastante. Repetimos la misma operación unas cuantas veces, Amanda nos miraba desde el sillón. Se había quitado las bragas negras y estaba masturbándose. Veía sus dedos rozarse poco a poco con su clítoris, mientras observaba como Diana seguía entregando sus efusivas atenciones a nuestros miembros.
    
    De repente, Rubio no se hizo esperar, se agachó y empezó a masturbar a Diana, palpando su clítoris y metiéndole los dedos. Diana empezó a gemir de placer, se notaba que le encantaba. Rubio sacó los dedos y se los metió dentro de la boca, saboreando los jugos de nuestra querida. Le pidió que se aupara un poco. Diana se puso ...
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