1. Tres regalos para Diana


    Fecha: 30/03/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Manu, Fuente: TodoRelatos

    Tres regalos para mi querida:
    
    Relato escrito hace años como regalo para una ex, fue uno de los primeros que hice, quizás por eso se lea como el mal guión de una película porno de los años noventa. No obstante puse toda la carne (valga la redundancia) en el asador para su creación. Espero que el lector sepa disfrutarlo y perdonar los errores de juventud que puedan permanecer en el texto. A través de comentarios y mensajes se aceptan todo tipo de críticas, incluso aquellas que tengan a bien el querer destruirme.
    
    Toqué el timbre de manera apresurada mientras echaba un vistazo a la calle. No mucho tiempo atrás solía merodear por allí, ya fuera porque mi discoteca favorita estaba cerca o porque iba a verla. Lo cierto es que no había esperado volver a pasar por la zona en un tiempo, a no ser que fuera por pura casualidad.
    
    Mi sorpresa fue máxima cuando me abrió la otra, Amanda. Qué raro, no esperaba encontrarla aquí. Aunque claro, teniendo en cuenta que ambas eran buenas amigas no resultaba del todo extraño. Nunca me había hablado demasiado con Amanda, habíamos ido juntos a cenar con Diana un par de veces, habíamos coincidido en alguna fiesta que otra. No es que me cayera mal. Era una mujer ya en los últimos años de la treintena, puede que incluso hubiera cumplido ya los cuarenta, delgada y de pelo negro oscuro, con ojos castaños rasgados que la hacían tener un toque oriental, y unos labios bastante marcados siempre cubiertos con un pintalabios rojo pasión. Me parecía bastante guapa y estaba seguro de que, prejuicios aparte, ella y yo en otro tiempo podríamos habernos caído bien. Me fijé en la ropa que llevaba, un vestido de seda negra que le marcaba bastante sus maduras curvas y dejaba entrever, a la luz del sol, su ropa interior. Tenía los pechos más grandes de lo que había pensado...
    
    ─¿Te vas a quedar ahí parado o piensas entrar? ─me increpó. Yo volví en mí, dejé de mirarle las tetas y procedí a darle dos besitos de cortesía en la mejilla. Aspiré su aroma a perfume, lo cierto es que olía bastante bien. Me dejó pasar y cerró la puerta.
    
    ─Bueno, ¿para qué quería Diana verme? ─pregunté.
    
    ─Eso tendrás que preguntárselo a ella ─me respondió Amanda sin dar más detalles─, pero antes de verla hay algo que debes hacer.
    
    Me quedé estupefacto. Se había puesto de rodillas, me había abierto la bragueta, me había bajado los calzones y se estaba metiendo mi polla en la boca. Mi polla, que, como es normal en situaciones como estas estaba creciendo por momentos.
    
    Amanda comenzó a juguetear con su lengua y pasó esta por todos los recovecos de mi instrumento. Fue avanzando poco a poco por el glande y me temblaron las rodillas, no había duda de que la experiencia era un grado en esa mujer. Me sostuvo el miembro arriba y me chupó los huevos. Me estaba poniendo a cien, ¿que pretendía esa tía? Siguió succionando poco a poco, rodeando mi capullo y cubriendo mi manubrio de arriba a abajo con una limpieza de sable ejemplar. Pareció quedarse satisfecha, y ...
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