Deseando a la jefa - Relatos Eróticos

Deseando a la jefa

Antes de comenzar mi relato les cuento un poco de mí, mi nombre es Rafael, tengo 32 años, tengo un físico delgado pero definido, gracias al trabajo y a los ejercicios que los hago desde la escuela, mido 1.88mts, trabajo en un ferretería que tiene 3 locales cercanos uno del otro, soy técnico en informática y con frecuencia alterno entre ellos, la jefa de uno de los locales es una mujer mayor, como de 52 años, y aun cuando puede decirse que tiene un cuerpo normal (cabello negro largo, ojos grisáceos, contextura intermedia, ni gorda ni flaca) y sus trato es el normal entre compañeros de trabajo, o mejor dicho supervisor y supervisado, algo en ella hace que me atraiga sexualmente. Ni siquiera puedo decir sea por su forma de vestir que sea provocativa, por cuanto viste siempre de jeans o pantalón largo, blusas o camisas y zapatillas, de forma que no tengo mayor idea de su silueta, lo único que deja ver su forma de vestir, es que tiene unas muy buenas y anchas caderas.

Siempre que me llamaba para algún apoyo, iba con la idea que ese día sería el de la sorpresa y podía acercarme a ella, fantaseaba que la encontraría en lingerie y me pidiera cerrar la puerta con llave para que la poseyera, de forma que siempre llegaba a su oficina con una erección que me quemaba internamente, pero pasaron los meses y como nada cambiaba desistí incluso de fantasear con ella.

Un día llama como otras tantas veces a mi jefe (que era el camino regular para pedir mi apoyo) y le pide que por favor me diga que cuando pueda vaya a su oficina, fui esperando tener que revisar la falla de alguna impresora o lentitud de algún pc. Llegue a la oficina, toque la puerta, de adentro escuche su voz, ¿Quién es?, Soy Rafael, me dijeron me requería acá, cierto, pasa por favor, al entrar, me dijo, “toma asiento y por favor espera me desocupe”, mientras esperaba, pude detallar bien la oficina, siempre llegaba directo a atender lo que fuera necesitaran y me retiraba, tenía muchos muebles de madera y estantes con libros, carpetas y archivadores.

Ella estaba de espalda a donde me senté, revisando unas carpetas, note que a diferencia de las otras veces, en las que vestía de pantalón o jean y alguna blusa o camisa con zapatillas, hoy usaba un vestido blanco muy ceñido a su cuerpo que llegaba solo un poco más abajo de sus rodillas, y tacones también blancos, se notaba como que tenía medias tipo malla, también blancas que le ajustaban porque se le marcaba divinamente la piel de sus pantorrillas, el vestido destacaba sus espectaculares caderas, era la primera vez que la veía tan "descubierta", era abierto en la espalda, dejando ver una blanca, delicada y muy linda piel, en lo corto del vestido podía apreciar por primera vez algo de sus muslos que eran firmes como los de alguien que hace ejercicios para tonificar y unas muy gruesas y sexys pantorrillas destacadas por las medias de malla, tenía el cabello suelto, y no sé si eran las ganas que le tenía de hace tanto tiempo, pero sin haberla visto ...