1. Blacky.


    Fecha: 06/09/2024, Categorías: Zoofilia Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... lamerme y al menos logré un buen orgasmo, pero no hubo ningún intento de monta.
    
    En los días siguientes, en el colegio, escuché a unas amigas comentar de como habían masturbado a sus perros, lo grande que eran sus pijas y la copiosa cantidad de semen que habían eyaculado, explicaban detalladamente como lo habían hecho y de como sus bebés se volvieron locos. Mis bragas se humedecieron al escuchar los lascivos relatos, así que pensé en experimentar con Blacky, lo que había escuchado de mis compañeras. Estaba muy ilusionada de que finalmente mi Blacky me cogiera y sentir dentro de mi ese carbón ardiente de su pene.
    
    Se presentó otra oportunidad en que mis padres me dejaron sola, me duché para mi amante, luego lo llevé a mi habitación, me despojé de mi toalla y quedé desnuda, me miraba al espejo con mi Blacky que seguía atentamente mis movimientos, no quería prolongar más el momento culmine, le dejé lamer mi coño por un breve tiempo y luego me arrodille en la posición de perrita, él vino a lamerme mi cara, aproveche de masturbarlo y vi que una mínima porción de su pene rosado salía de su peluda funda, lo seguí pajeando por un rato hasta cuando sentí que se le estaba saliendo su semen y me estaba mojando mis dedos, yo quería ese liquido maravilloso dentro de mí, quería que me llenara con su lechita caliente. Lo subí a mi espalda y por entremedio de mis piernas alcance su polla chorreante, lo acaricie y lo masajeé tratando de encanalar su pene hacia mi conchita mojadísima, me miré en el espejo y vi la divertida cara de mi Blacky haciendo esos movimientos como que me follaba y la mitad de su lengua fuera de su hocico, pero su pene estaba fuera de mi vagina, intenté bajar un poco mi culito y en ese momento él hizo centro en mi panochita, grité como si me hubiese atravesado todo mi cuerpo, rompió mi himen, yo había soltado su verga para acomodarme y él muy bruto se metió dentro de mi salvajemente, lloré sintiendo como mis carnecitas tiernas venían corroídas a jirones dentro de mi concha, su pene se había metido todo dentro de mí, su bola había ya ocluido mi ojete vaginal, sus movimientos era vigorosos y veloces, me estremecía completamente, afortunadamente el dolor después de un rato era casi inexistente, el roce de su carne contra mi carne se estaba trasmutando en algo placentero, ni coño se había ensanchado para acomodar la gran dimensión de mi Blacky, ahora él me lo estaba dando todo con toda fuerza, ahora yo era su perrita.
    
    Las imágenes que se reflejaban en el espejo ya no era un juego, estaba completamente empalada en la verga de mi Blacky, sus zampas sujetaban mis caderas y me daba tirones y empellones para metérmela más adentro, lo que me hacía gritar con lujuria sintiendo mis carnes encendidas con la polla ardiente de mi mascota, su nudo me aprisionaba y hacia que me corriera con pequeños orgasmos, hasta chorros de orina escaparon de mi abusada vagina, lo sentía como se movía y escuchaba sus jadeos en mi orejas derecha, metí mi mano bajo mi ...
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