1. Mi estreno


    Fecha: 04/09/2024, Categorías: Gays Autor: pedrope, Fuente: SexoSinTabues30

    ... esfínter apenas entrevisto. Tal vez estuve así varios minutos, contemplando aquella carnosidad que formaban sus glúteos, escuchando su leve roncar. Y se me ocurrió la fatal idea de entrar ahí dentro, en su culo, para follármelo, y saber lo que se sentiría por fin al dejar de ser virgen. Como digo la testosterona me podía, y no me importó, ni por asomo, que se tratase del culo de un hombre, y aún menos, que ese hombre fuese mi propio padre. Al fin y al cabo, pensé perdido en mi último raciocinio, él ni se iba a enterar, puesto que se hallaba aparentemente sumido en un sueño muy profundo.
    
    Abrí el cajón de la mesita de noche del lado de mi madre. Buscaba alguno tipo de crema, ya que sabía -ésas cosas se hablan entre los chavales, por supuesto- que necesitaría algún tipo de lubricante, para mi rabo y para su agujero. Había una nivea solar y algo más… Lo que encontré dentro me dejó sin aliento: un objeto de unos 20 cm, alargado y plateado, que recordaba clarísimamente a un falo. Sin ni siquiera cuestionarme qué hacía ahí semejante objeto, lo agarré con mis manos y lo sopesé: era un dildo femenino con vibrador incorporado… de ¿mi madre? Aquello si que era para contarlo. El caso es que, perdido en mi aturdimiento, nuevamente dirigí mis pensamientos hacia el culo de mi padre. Acerqué mi mano a uno de sus glúteosl y lo acaricié suavemente. con la respiración de mi padre como telón de fondo. Pronto focalicé mi vista en su esfínter. Su agujero era algo rugoso, pero suave . Acerqué mi cara a él, saqué la lengua y la pasé alrededor. Sabía un poco a caca, claro, ¿a qué iba a saber, si no? Pero mi padre ni se enteró. Continué acariciando apaciblemente y con la yema del dedo su agujero, y le metí la punta de un dedo. Éste se resistió un poco al principio, luego pareció ceder y mi dedo entró un poco más. Me pareció que la respiración de mi papá se había alterado un poco. Pronto extraje el dedo y comprobé que todo iba bien: es decir, no se había despertado… Y volví a jugar con su ano. Ésta vez introduje de nuevo un dedo y como entró bien, introduje otro. Su esfínter se dilató, y por un momento dejó de roncar. Mi corazón se heló en mi pecho. Los segundos pasaron lentamente, con mis dos dedos metidos en su culo, pero él seguía durmiendo… Entonces comencé un mete-saca digital. ¡Oh Dios era maravilloso ver como mis dedos se perdían ahí mismo, en el principio de sus entrañas! No me di cuenta, pero ya eran tres dedos los que hurgaban dentro de su ano, y mi padre no daba señal alguna de despertarse.
    
    De pronto saqué mis dedos de su agujero y agarrando el consolador lo embadurné de crema… La justa para que éste cumpliera su cometido… Luego vertí otro poco más de ésta en las yemas de mis dedos y la restregué por su esfínter… En eso estaba cuando me pareció oír un jadeo. A todo esto decir que él seguía durmiendo, espatarrado, en el limbo… Pronto la punta del vibrador entró en su culo, y lentamente fui empujando hasta que más de la mitad del mismo se introdujo en sus ...