Kepa y Kike - Relatos Eróticos

Kepa y Kike

... huevos, su perineo y su ano.

Con gran sigilo, casi todo el personal se fue colocando alrededor de la cama en completo silencio, sin que ni Kepa ni Natxo se molestasen por ello; ser mirado mientras se practicaba sexo era algo a lo que ya todo el mundo se había acostumbrado.

Kepa le hizo señas a Nora para que echase un poco de aceite al ano de Natxo. Sin dejar de jugar con su polla, primero le introdujo un dedo, luego un segundo y más tarde un tercero. El ano de Natxo estaba totalmente receptivo. Por sus gemidos, daba la sensación de estar tremendamente excitado, lo cual facilitaba todo el buen hacer de Kepa. Tomó un vibrador y sustituyó sus dedeos por él, penetrando lentamente hasta conseguir chocar con la próstata de Natxo; lo cual le produjo una clara satisfacción a éste.

Con el vibrador dentro del culo de Natxo, Kepa se introdujo su polla en la boca y la succionó, la chupó y la puso tiesa y dura como un palo. Natxo gemía de excitación y de placer.

Kepa retiró la polla de Natxo de su boca, sacó el vibrador de su culo, tumbó a Natxo boca abajo con la almohada debajo de su abdomen, para que así, su culo, quedase bien a la vista y abierto. Colocó la polla de Natxo mirando hacia sus pies. Se lubricó la polla y la colocó delante del ano de Natxo. Este lo notó y le dijo un “fóllame” que asombró al personal por la atrevida petición. Con sumo cuidado, Kepa fue introduciendo su polla en el culo de Natxo hasta que ya, no la podía meter más. Natxo se sentía lleno y repitió su “fóllame”.

Despacio al principio y tomando ritmo y fuerza poco a poco, Kepa dio toda una lección de cómo follarse a su compañero de grupo, sin provocar el más mínimo quejido de éste; más bien al contrario, Natxo parecía estar tan entusiasmado con la polla de Kepa moviéndose libremente por dentro de su culo que para asombro de todos los allí presentes, le pidió “más, más”, “fóllame fuerte”.

Así lo hizo Kepa durante un par de minutos provocando los gritos de Natxo que disfrutaba tanto o más de lo que lo estaba haciendo Kepa.

Llegó un momento en el que Kepa ya no se pudo aguantar más y se corrió dentro de sus entrañas. Natxo sintió sus espasmos y miró hacia atrás buscando la cara de Kepa, que le lanzó una sonrisa. Natxo se tumbó relajado con Kepa encima de su cuerpo y pensando que el esperma de su compañero, estaba dentro suyo.

Kepa salió de aquella fantástica caverna del placer y ambos se tumbaron de medio lado abrazándose, besándose y dándose las gracias mutuamente.

A los dos minutos, Natxo se levantó y le pidió a Kepa que se pusiera boca arriba con las piernas recogidas hacia atrás. Así lo hizo y su culo y sus genitales quedaron a la vista de Natxo en clara invitación a que ahora fuese él quien jugase con todo ello.

Tras una limpieza por parte de Ikerne de la polla de Kepa y del culo de Natxo, éste, que seguía excitado como un toro, se comió literalmente todo lo que tenía a su alcance.

Kepa le dijo que quería hacer un 69 y así lo hicieron. Pero Natxo, ...