Kepa y Kike - Relatos Eróticos

Kepa y Kike

... y con una explosión muscular incontrolada, derramó su leche en la boca agradecida de Kike, que no dejó escapar una sola gota y que la mantuvo agarrada hasta que los espasmos de Kepa terminaron y sus gemidos de placer por el orgasmo obtenido, dejaron de sonar.

Mientras Kepa se relajaba poco a poco, Kike depositó la leche regalada por Kepa en un pañuelo de papel.

Se sentó en su butaca y preguntó a Kepa: que tal? Magnífico, dijo; sin más comentarios.

Pronto Kepa quiso corresponder a Kike con algo, pero no se atrevía a hacer lo que él había hecho con su polla; no obstante, tras unos momentos de duda, le dijo a Kike que se sentara sobre el respaldo de la butaca de delante y se situase de frente a él. Así lo hizo Kike, poniendo su polla a la altura de la boca de Kepa. Primeramente se la acarició con su mano derecha, la pajeó, la ensalivó y por primera vez en su vida se metió dentro de su boca la polla de un hombre. No sabía muy bien como apañárselas, pero poniendo todo su empeño, consiguió que Kike, a pesar de lo incómodo de su postura, se corriese y alborotara toda la sala con su orgasmo feroz.

Acababa de ver en la pantalla, como Pierre tragaba la leche de Jacques en un acto de lujuria excitante y sin dudarlo un solo momento, se la tragó. Sintió una sensación extraña por lo ácido y por lo salado de un sabor para él desconocido hasta entonces; y volvió a acordarse de lo que algunas de sus amigas solían decir al respecto con toda su ironía: “no está mal, pero prefiero la leche condensada”.

Kike quiso agradecerle a Kepa el exquisito momento vivido gracias a su accionar y le plantó un beso en los labios y un jugueteo de sus respectivas lenguas, mediante el cual notó lo que acababa de hacer Kepa con su leche.

Salieron del cine los dos juntos y fueron a tomar una cerveza a un bar cercano. Kike dijo que tenía que volver a Gasteiz porque había quedado con su novia Ikerne para ir a cenar. Tenía una moto de gran cilindrada y suponía que si no había problemas con el tráfico por el camino, llegaría puntual a la cita. Kepa le dijo a Kike que él se quedaba a dormir en su autocaravana y que al día siguiente domingo, tenía previsto hacer un recorrido en bicicleta de unos 100 kilómetros.

Se despidieron con un apretón de manos, deseándose suerte mutuamente.

Kepa había quedado con su amiga Laura el lunes 16 a las 20,00 horas para cenar un bokata, charlar un rato y… lo que fuese; como hacían cada quince días.

Se encontraron en el bar de costumbre, fueron a cenar al bar de costumbre y se fueron a dormir a casa de Laura (solían alternar de casa cada vez que decidían irse a dormir juntos).

Antes de acostarse y mientras tomaban un refresco, Kepa le contó a Laura lo acontecido en Miarritze con Kike. Laura no le creía mientras le relataba la historia sexual de la que él había sido protagonista la tarde del sábado. Le decía que le estaba tomando el pelo y le preguntó a ver si había leído el relato en Internet y le quería provocar a ella para el ...