1. Una familia muy unida II


    Fecha: 30/08/2024, Categorías: Incesto Autor: El Escriba, Fuente: TodoRelatos

    ... ocurriendo.
    
    Durante unos minutos tuve sus tetas y pezones a mi merced. Lamiendo, chupando, succionando y mordisqueando cada uno de ellos de forma alternativa, haciendo que ambos crecieran y se pusieran aún más duros de lo que ya estaban, a la vez que mis manos no dejaban de palpar y manosear su culo, propinándole algunos sonoros palmetazos, los cuales también eran muy bien recibidos por mi nueva secretaria.
    
    A la vez que los pezones de Yasmín crecían y se endurecían, mi polla no dejaba de aumentar de tamaño, la presión que sentía en mi pantalón era inmensa. Creo que Yasmín lo comprendió, y desprendiendo sus deliciosas tetas de mi boca, se arrodilló entre mis piernas para desabrochar y quitarme el pantalón y, a continuación, el bóxer. Cuando me quitó éste último, mi polla saltó como impulsada por un muelle, plantándose ante su boca con rabiosa fuerza.
    
    Yasmín no lo dudó, e hizo entrar mi verga en su boca, suave y cálida, deslizando sus labios por mi polla, ejerciendo sobre ella la presión justa para sentirme enloquecer de placer, a la vez que su lengua se movía con endiablada velocidad y demostrando su indudable experiencia en el arte del sexo oral.
    
    De vez en cuando se sacaba la polla de su boca y, mirándome a los ojos con toda la lascivia que humanamente es posible, estiraba la lengua cuánto podía para lamer y acariciar toda mi polla, desde los huevos hasta su punta, en un recorrido que hacía estremecer cada poro de mi piel, provocando mis constantes gemidos y jadeos, algunos de los cuáles creo que pudieron llegar a ser escuchados desde el exterior.
    
    Tras unos minutos más así, de nuevo se puso de pie para quitarse su ajustado pantalón. Bajo él llevaba una braguita, de color gris perla, en la que podía apreciarse una enorme mancha de humedad coincidente con la ubicación de su coño.
    
    Alargué mis manos hasta su cuerpo y la acaricié suave y profundamente, bajándole yo mismo la braguita, a la vez que mis manos y dedos recorrían cada centímetro de su caliente cuerpo, haciendo especial hincapié en la rajita de su coño, absolutamente empapada, como delató la humedad en la braguita, y de una suavidad hipnótica. Dos de mis dedos se colaron dentro de su cuerpo a través de su coño, mientras con el dedo pulgar masajeaba y estimulaba su cada vez más hinchado y endurecido clítoris.
    
    Sus gemidos se fueron haciendo cada vez más intensos y constantes. Incluso llegó a taparse la boca con una de sus manos, para evitar ser oída fuera del despacho.
    
    Cuando los fluidos que manaban de su coño ya habían conseguido empaparme por completo los dedos, y el clítoris estaba tan hinchado y caliente, que amenazaba con estallar, Yasmín se colocó dándome la espalda, acercando su culo y coño a mi polla, dejé que me la cogiera con una de sus suaves manos para conducirla hasta la entrada de su vagina dónde, tras acabar apoyando su culo en mi cuerpo, se acarició el coño y el clítoris con mi verga. Sentir como su sexo, absolutamente empapado, palpitaba preso del deseo ...
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