Reunión navideña (Capítulo 1) - Relatos Eróticos

Reunión navideña (Capítulo 1)

... izquierda y subía por él hasta encontrar un tanga ya empapado. Ella arqueaba la espalda empujando con su nuca el reposacabezas mientras trataba de abrir las piernas todo lo que su densa falda invernal le permitía… Supongo que los nervios de la situación familiar y la tensión por el viaje fallido de sus padres la tenían con las hormonas revolucionadas ya que apartando ligeramente su tanga pude acariciar su clítoris y vulva con una humedad pocas veces vista antes… Tal era así que simplemente acariciando superficialmente, pero con una firme presión, mis dedos se escurrían a su interior. Estuve unos minutos vacilando en la entrada sabiendo por la contorsión de su cuerpo que deseaba que hurgara en su interior… ya nos conocíamos y estuve esperando en la entrada hasta que note que su nivel de excitación era el adecuado… entonces metí mis dedos índice y corazón en toda su longitud presionado la rugosidad de su conducto en la parte superior mientras que con mi pulgar masajeaba y presionaba su clítoris…. Sus jadeos, eran un grito ahogado… notaba la tensión en su vagina y sabía que no tardaría en correrse… incremente el ritmo y la presión mientras buscaba su boca y nos consumíamos en un lento, largo y húmedo beso donde nuestras cálidas lenguas se encontraban y buscaban acariciar los labios del otro.

Sin poder aguantar más, empezó a correrse convulsionando su cuerpo, agachando la cabeza y aguantando la respiración unos segundos… yo seguí con mi penetración digital y mi masaje de clítoris mientras notaba como la vagina se contraía con gran fuerza y apretaba mis dedos… seguí un buen rato hasta que suspiro y pudo recuperar la respiración…

- Ahora me toca a mi - me dijo ella mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad y doblaba su tronco hasta dejar sus labios a escasos milímetros de mi polla.

Aproveché que mi mano izquierda estaba totalmente empapada de sus fluidos vaginales y de su orgasmo para recorrer mi polla con ella y lubricarla… Noelia entonces empezó a jugar con su lengua en torno a mi glande, saboreando la mezcla entre sus propios fluidos y mi abundante liquido preseminal. Por lo visto la tensa situación también había hecho efecto en mi mismo y tenía una erección durísima que casi dolía al apretar los esfínteres…

Sin mucha demora, Noelia hundió su cabeza en mi regazo metiéndose toda mi polla (al menos toda la longitud que permitía nuestra posición) en la boca y comenzó a succionar con fiereza…

Me tenía al borde del colapso, del orgasmo y en un nivel de excitación increíble… subía y bajaba los labios apretando el tronco de mi polla mientras succionaba y jugaba con su lengua en mi glande… Por un momento se separó de ella, escupió sobre el glande una gran cantidad de saliva y siguió masturbándome manualmente mientras me besaba apasionadamente. Yo ya estaba a punto de correrme y así se lo hice saber… entonces, retomó la succión con más fuerza si cabe hasta que no pude contener más la erupción seminal y descargué como hacía tiempo que ...