Por el bien de la familia II - Relatos Eróticos

Por el bien de la familia II

... azotaba.

Miguel: Una putita como tú tiene que estar todo el día con un rabo metido en algún agujero – gemía cachondo.

Andrés se dedicaba a observar hasta que le empezó a meter mano a su hija en el coño. Lo tenia encharcado, se notaba que le gustaba ser usada e insultada en el sexo. Mientras tanto, Sergio había tumbado en el sofá a su madre, con las piernas bien abiertas y se había situado entre ellas, chupando sus pechos, amasando su culo, bajando con su lengua a su entrepierna. Lisa se dejaba hacer, observando y esperando que la dejara hacerle una mamada. La madura mujer gemía al notar la lengua de su retoño explorando su cuerpo. Sergio llevó a la entrepierna y primero lamió de arriba abajo el húmedo coño de su madre. Al ver que ella gemía, empezó a lamer más rápido, deteniéndose por instinto en un pequeño botón del coño de su madre, su clítoris, haciendo que ahora Lisa gritara de placer.

Lisa: ¡Joder, cariño! – berreaba agarrando a su hijo de la cabeza - ¡Cómete a mami, a tu mujer! ¡Deléitate con mi sabor!

Sergio comía el chorreante coño de su madre, pero quería jugar con el cuerpo desnudo de su progenitora, así que mientras la masturbaba con una mano, alternaba lamidas en su coño con comerle los pezones. Lisa estaba próxima al orgasmo. Sergio le metió un dedo en el coño y empezó a follarla con él. Eso fue demasiado para la pobre madura y se corrió sin poder aguantar.

Lisa: ¡Cornudo! – llamó a su marido - ¡Mira como el macho de tu hijo hace que me corra! ¡Este sí es un buen macho! – berreaba - ¡Me corro! ¡Sigue comiéndote a mami!

Andrés, cachondo, observó como su mujer se corría como una loba en celo con su hijo comiendo su cuerpo. Eva le comía entera la verga a Miguel. Andrés la levantó y la besó, saboreando el sabor de la verga de Miguel en la boca de su hija. Eva le correspondió, cachonda. Miguel se colocó detrás de Eva y le empezó a restregar la verga por la entrepierna.

Miguel: Voy a preparar mi polla para romperte el culito, putita – dijo azotándola.

Eva: Mi culo es tuyo – gimió, cachonda.

Mientras, Lisa empujó a su hijo, lo colocó de pie al lado de su padre, y se arrodilló para hacerle una mamada. Lo que no esperaba fue que, cuando Sergio sintió como su madre se metía todo su falo hasta la garganta, mientras ella le agarraba del culo, él le atrajo su cabeza y la obligó a tragarse la verga entera y a mantenerla en su garganta.

Sergio: ¡Vamos, puta! ¡Cómete bien la polla de tu hijo, de tu macho! – gimió.

Lisa se sorprendió para bien por el comportamiento de su retoño, eso era lo que ella deseaba y le complacería con gusto. Con maestría, aguantaba con la verga de su hijo unos segundos incrustada en la garganta y luego la sacaba un poco hasta casi el glande para respirar, pero su hijo no le daba respiro, volvía a incrustarle de forma violenta y profunda su verga en su garganta. Andrés observaba todo y muy cachondo, hizo agacharse a su hija para empezar a follarle la boca. Eva no puso impedimento, comenzó a ...