Por el bien de la familia II - Relatos Eróticos

Por el bien de la familia II

Después de la película volvieron a casa en su coche y Miguel también iba en su coche para cobrar sus honorarios. En el coche todo era normal, Eva empezaba a arrepentirse de lo que había hecho y tenía la esperanza de poder negar con credibilidad lo que había hecho a través del agujero. Llegaron a casa y Eva se sentía sucia, así que fue a darse un baño.

Lisa: Ahora es momento de jugar con las cartas boca arriba – dijo seria - ¡Por la familia!

Andrés: ¡Por la familia! – dijo en una especie de conjura.

Sergio: ¡Por la familia! – animó.

Eva se duchó ajena a todo mientras de su cabeza recordaba todo lo vivido. Se estaba duchando cuando alguien abrió la puerta del baño y la cerró. Era su madre, que rauda se desnudó.

Eva: ¿Quién anda ahí? – preguntó asustada.

Lisa: Soy yo – dijo sonriente - ¿te queda mucho para acabar?

Eva: Un ratito – le respondió temerosa.

Lisa: Pues me ducho contigo – dijo abriendo la mampara de la ducha y entrando completamente desnuda, sonriéndola.

La ducha es grande, así que no se molestaban para ducharse. Lisa, tranquilamente, comenzó el juego, mojándose el cuerpo y pasándose la esponja muy sensualmente. Eva la miraba y aunque no le gustaban las mujeres se sentía excitada y morbosa por ver así a su madre. Al rato se escuchó entrar a alguien en el baño y dio un golpe a la mampara con un martillo haciendo un agujero y posteriormente otro golpe para hacer otro agujero. Y por esos dos agujeros aparecieron dos vergas, una era la de Andrés y la otra de Sergio. Lisa, con un grito de júbilo, se puso inmediatamente de rodillas y empezó chupar la verga de su marido.

Lisa: ¡Qué comience la fiesta! – dijo engullendo su verga - ¡Que buen rabo! – dijo mientras con una mano masturbaba a su hijo.

Eva intentaba poder con la tentación, pero era imposible. Se puso de rodillas, apartó la mano de su madre de la verga de su hermano, la empezó a lamer desde la base hasta el glande y se la metió en la boca.

Sergio: ¡Joder que buena mamada! – gemía.

Andrés: ¡Ya te digo! ¡Son una putas de categoría! – gemía.

Madre e hija estuvieron unos minutos comiendo esas vergas, turnándose de una a otra, poniéndolas a punto, hasta que ambos las sacaron de los agujeros y abrieron la mampara. Tras ella Andrés y Sergio totalmente desnudos.

Andrés: ¿Podemos ducharnos con vosotras? – dijo pícaro, exhibiendo su erecta verga.

Lisa: No sé, me lo tengo que pensar – respondió con tono juguetón.

Miguel: Se lo he recetado yo – dijo entrando por la puerta con su impoluto traje.

Lisa: Pues pasad mientras yo voy a pagarle a Miguel por su trabajo – dijo traviesa, besando a su marido con lujuria.

Lisa salió de la ducha mientras entraban padre e hijo. Se colocaron uno a cada lado de Eva, tocándola sus erguidos pechos y su duro y respingón culo. Ella giró la cabeza hacia su padre y le dio un morreo que él gustosamente respondió, después hizo lo mismo con su hermano. Mientras Lisa estaba tirada en el suelo del baño abierta de ...