Por el bien de la familia II - Relatos Eróticos

Por el bien de la familia II

... ya no podía más, su excitación había llegado a su nivel más alto presa del morbo y del placer.

Eva: ¡Oh, sí, oh, Dios! ¡Me corro! ¡Me corro! – berreaba - ¡Me corro sobre tu polla papá!

El orgasmo de la muchacha fue descomunal, la sensación de placer con dos vergas enterradas en su cuerpo fue estratosférica. Fue cuestión de segundos que la muchacha cayese desplomada sobre el pecho de su padre. Sergio fue el primero en reaccionar, sacó la verga del culo de su hermana y se puso delante de su madre a que le comiera la verga.

Sergio: ¡Come rabo, puta! – ordenó.

Andrés al ver a su hijo sintió orgullo y celos, pero también morbo y por eso hizo lo mismo, le sacó la verga a su hija del coño dejándola descansar y se fue a pajearse delante de la cara de su mujer. Tras un minuto recuperando el aire, Eva abrió los ojos, miró a su alrededor y vio el espectáculo. Allí estaban en medio del baño, Lisa de rodillas en el suelo mientras los tres hombres se masturbaban frente a Lisa y se corrían en su boca, cara y pechos.

Miguel: ¡Toma leche, puta madura! – gemía - ¡Me corro!

Sergio: ¡Te voy a lefar entera, mamá! – gimió - ¡Me corro!

Andrés: ¡Te ves tan puta, amor! – gemía - ¡Me corro!

Lisa: ¡Darme leche, cabrones, lefarme entera, mi cara, mis tetas, mi boca! – exigía ¡Quiero vuestra leche!

Los hombres dejaron a Lisa cubierta de semen, su cara, sus pechos. Ella saboreaba lo que caía en su boca, y recogía los restos de su cara para saborearlos también. Tan pronto como acabaron de correrse y de reposar un poco, Eva se levantó.

Eva: ¿Crees que mis padres necesitarán más sesiones como esta? – dijo pícara a Miguel.

Miguel no se esperaba esa pregunta, pues pensó erróneamente que a Eva le costaría algo más de tiempo asimilar la situación, pero después de comérsela con la mirada no dejo desaprovechar la oportunidad.

Miguel: Pues aún quedan flecos por resolver, así que, veo posible varias sesiones más – dijo en tono profesional, pero sonriendo.

Lisa: ¿Qué flecos? – dijo seria.

Miguel: Habéis empezado el plan, pero no habéis acabado – dijo mirándola – No habéis puesto todas las cartas boca arriba aún.

Lisa y Andrés se miraron.

Andrés: Todos al salón, ahora – dijo serio.

Lisa: Es hora de que sepáis todo – dijo levantándose.

Aún desnudos, todos se fueron al salón, Lisa se sentó en un extremo del sofá e hizo sentarse a su lado a su hijo. Andrés hizo lo mismo. Miguel observaba desde un sillón.

Lisa: Bueno, os preguntaréis qué pasa, el por qué de todo esto – dijo seria.

Eva: La verdad, sí, no voy a negar que es morboso, pero es muy raro – dijo curiosa.

Andrés: Lo que pasa, cariño es que papá y mamá estaban en crisis y era porque nuestros gustos sexuales han cambiado – dijo serio.

Sergio: ¿Cambiado? ¿En qué sentido? – dijo curioso.

Lisa: Digamos, para empezar, que tras muchos años y la monotonía, él prefiere verme con otro hombre y yo siento un deseo oculto durante mucho tiempo – dijo seria.

Eva: ¿A qué te ...