1. Suegra desperdiciada


    Fecha: 26/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Luigi Carlonne, Fuente: CuentoRelatos

    ... saliendo!!! yaaa!!! Por favor yaaa! Se me sale todo! Se me sale!
    
    Gritaba y brincaba apoyada en los talones, de tal forma que tuve que sacar los dedos y dejarme caer sobre sus cuerpo, y aun así seguía levantándose, la sensación de estar encima de ella, caliente, vibrante, casi me hace venirme a mí también, es más, creo que solté algo de leche. Quede entre sus piernas, las que para mi sorpresa seguía abriendo de forma increíble para su edad, lo que me calentaba más, tuve que dejarla descansar mientras mi calentura bajaba, pues no quería metérsela y venirme, pero sus comentarios eran para mi muy cachondos y me calentaba más.
    
    -Qué bárbaro! Que bruto! Cuanto me sacaste, hacia 15 años que no me escurría así, ufff! Y me da pena decirte, pero... creo que me oriné -me decía con los ojos cerrados, pero sin dejar de acariciarme el pecho y la espalda.
    
    Yo preparando el terreno, me enderecé y de forma muy natural le levanté una pierna, y me asomé a su pucha...
    
    -No Susi, es pura lechita, mira -y con la palma de la mano le sobe sus labios, mientras ella daba un tremendo brinco y me la pase por mi lengua, ella había abierto los ojos cuando le levante la pierna y se cubría su pelusera púdicamente como si trajera vestido.
    
    -No me veas, hijo, está muy vieja.
    
    -No sabes lo que dices, estas en su mero punto, vas a ver.
    
    -De veras me vas a coger? -me decía.
    
    -Claro, si eso estoy queriendo desde hace mucho, chiquita, ansiaba tener tus nalgas.
    
    Consideré que ya me había calmado lo suficiente como para echarle un buen palo y no defraudarla y también que ella ya se había repuesto de su venida y le dije:
    
    -Así que, Susi, abre tus patitas, tranquilízate, y prepárate a gozar la cogida de tu vida.
    
    -Ojala -me dijo- nunca me había venido como ahora, ni me la habían mamado, aunque si veía en las películas y la verdad, se me antojaba.
    
    Me coloque hincado entre sus piernas y se las levante un poco, dejando sus pantorrillas en mis brazos para mantenerla abierta de forma descansada para ella. Ella también se empezó a acomodar, quito la almohada donde estaba descansada y se recogió un poco el pelo, como preparándose para una inyección o una maniobra médica. Acomodó su cuerpo y me dijo:
    
    -Bueno, lo que ha de tronar que truene, la verdad, me muero de ganas, pero no me la dejes ir de golpe, mi marido me lastimaba mucho cuando llegaba tomado y me enchufaba.
    
    -No te preocupes mamita, tú te la vas a ir dejando ir sola, mira -y se la pase por sus labios hinchados con un movimiento de mi cintura- Ves? Agárrala con tu manita y ponla en tu miaderita m’ija.
    
    Ella tomo mi verga y se la acerco a su rajada, se la paso de arriba abajo y ya con una confianza que no había mostrado, cerró los ojos y empezó a decir:
    
    -Si papi, si, métela en mi miadera, rico papi, que lo sienta, me quiero mear y te quiero hacer mear a ti, métela como si me fueras a deja panzona, hasta mis tripas, hasta mi panza, hínchamela con tus mecos -y la coloco en su entrada.
    
    Empuje y entró ...
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