1. Suegra desperdiciada


    Fecha: 26/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Luigi Carlonne, Fuente: CuentoRelatos

    ... fácilmente la cabecita, y para mi agradable sorpresa, la sentí apretada, ella dio un brinco y dijo con los ojos cerrados:
    
    -Ahí va! M’ijo, ya va entrar! Así, con cuidado! Mmmhh, aaaah.
    
    Yo empecé a empujar lentamente, no porque no pudiera hacerlo de un golpe, pues estaba lo bastante lubricada para no doler, quería que gozara a lo máximo.
    
    -Así, así, así! -Decía, y se arqueaba apoyándose en la cama con sus talones como saliendo al encuentro de mi verga, su conducto estaba maravillosamente suave y caliente, además, el sentimiento de emoción de lo prohibido estaba haciendo el momento único, maravilloso para los dos, ya no éramos yerno y suegra, éramos más que hombre y mujer; éramos pucha y verga con vida propia, una queriendo meterse en la otra.
    
    -Así, asiii, asiii, ya dale, ya dale... ya la tengo adentro -Y me empezó a apretar de forma ligera, pero como no me lo esperaba, por poco me vengo, tuve que detenerme y morderme un labio para causarme dolor y retirar mi venida.
    
    -Aaaayyy que rico, que rico, ya entró, ya entró! Todaaa, entró todaaa!
    
    Pero entonces le levante un poco su cuerpo con mis brazos al levantarle las piernas y empujé hasta sentir mis huevos chocar con sus nalgas, y ahora si grito y abrió los ojos, apretándome los brazos como si quisiera detenerme:
    
    -AayYY!! Me partiste! Me tentaste la matriz! qué bárbaro eres, me vas a desfoondaarrr! Aaghh! Ahí! Ahí! Dale ahí!!! Mete la cabecita... con cuidado, ahí, ahí, donde se hacen los niños!!!
    
    Voltee hacia abajo y pude ver una espléndida panorámica de su área púbica con sus amplias caderas y parte de sus nalgas levantadas, sentía su fundillo besando mis huevos, sus chichis estaban hermosamente duras y sobre su estómago, arrugado por la posición en que la tenía, le bese una y empecé a moverme y ella a gritar y brincar, como si recibiera una corriente eléctrica en cada empujón de mi verga, como si le picara, aunque yo si tentaba la entrada de su matriz en cada entrada, no porque la tenga muy grande, sino por la posición en la que la tenía y lo bien que estaba cooperando ella. Lo que me calentaba de sobremanera era lo que me decía y el tono gutural con el que hablaba, sin abrir los ojos, disfrutando la cogida.
    
    -Así, asiii, pícale la trompita, métele tu cabecita, pícale, picaleee! -Y tuvo su primer orgasmo subiendo el volumen de su voz hasta terminar en grito:- Picaaallleee!!! Ahiiiii! Me la sacaste otra vez!! Ahí te doy más, ¡ahora si no me importa si me haces mear! Metete, todo, mete los huevitos, así, rico, rico. -Y se quedó callada y rígida.
    
    Que sorpresa sentí cuando me empezó a exprimir con su pucha al mismo tiempo que se venía, y cada espasmo de su venida era un delicioso apretón para mi verga, como agradeciéndole la cogida.
    
    -Ya! Yaaa! Por favor, yaa! Bájame las piernas, siento que me acalambro, por favor!! Aaaahhh.
    
    Le solté las piernas y las abrió deliciosamente, como dejándolas caer, pero a pesar de esa laxitud su vagina seguía acariciándome con ligeros ...
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