1. Aventuras y desventuras húmedas: Primera Etapa (16)


    Fecha: 25/09/2019, Categorías: Incesto Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos

    ... FOLLANDO!”.
    
    La mezcla de sentimientos en su interior era una bomba e iba a explotar. La pasión del coito, la manera en la que Sergio se lo estaba haciendo y… el morbo de estar haciéndolo con su sobrino. Todo aquello se juntó, mezcló y agitó sirviendo el orgasmo que estaba por llegar.
    
    Sus fluidos salieron explotando en el pene de su sobrino, sus piernas se movieron sin parar y su culo vibraba con tal fiereza que la unión se rompió. Parecía que estaba en la misma silla eléctrica. Sergio vio cómo su pene salía totalmente manchado de fluidos y con su punta roja del color del fuego, aunque lo que se quedó mirando fue la vagina de su familiar. Un pequeño hilo de líquido salía hasta su clítoris recorriendo un camino de fluidos que se perdió en su vientre. Para Carmen había sido el mejor de su vida, pero para Sergio… también.
    
    La mujer se lanzó boca abajo casi sin poder respirar, y el joven quedó agotado sentado en la cama y con el cuerpo totalmente agitado. Ninguno rompió el silencio en varios minutos, estaban extasiados, lo habían deseado durante todo el día y acabado el coito, no podían más. Quizá Sergio tenía algo más de fuerza, pero también le temblaban las piernas del esfuerzo.
    
    Por fin Carmen se intentó levantar, logrando sentarse en la cama. Miró el móvil, marcaban las ocho menos cuarto de la tarde, todavía les quedaba tiempo, pero no fuerzas. Se puso de pie aunque al instante se sentó de nuevo.
    
    —Sergio, ayúdame, por favor.
    
    Este se levantó de la cama con más vitalidad y ayudó a su tía de la forma más caballeresca que sabía mientras ambos se sonreían.
    
    —Acompáñame hasta la ducha. No sé si las piernas me van a aguantar.
    
    —Lo que quieras. —los dos comenzaron a andar de forma lenta— ¿Estuvo bien?
    
    —Nada mal… —Carmen le dio un beso en la mejilla.
    
    La mujer se sentó en la taza del váter y Sergio accionó la ducha a petición de esta. Carmen suspiraba todavía sin creerse los orgasmos y el placer que había sentía, era glorioso, es más, aún sentía algo de calor y partes de ese último orgasmo flotando dentro de su cuerpo.
    
    —Quédate aquí por si acaso, cariño —le dijo a su sobrino introduciéndose en la ducha.
    
    Sergio la podía ver, apenas tenía una pequeña mampara que cubría un tercio de la ducha, el resto era abierto y muy amplia. La podía observar si tuviera algún problema… y por placer personal.
    
    —Ha sido el mejor de mi vida, no te miento. —Carmen necesitaba ser sincera, porque… era la mayor verdad que había dicho en su vida.
    
    —El mío también, estoy reventado.
    
    —No me lo creo, ¿no has tenido mejores con Marta u otras? —sentía curiosidad mientras se enjabonaba los pechos, quitando así el curioso tacto del semen.
    
    —Para nada. —no dudo.
    
    —No paras de halagarme, cariño, te lo mereces todo.
    
    —Bueno, con lo que me has dado ya fue más que suficiente.
    
    —Te mereces más. Entonces —tenía una cosa en la cabeza que le hacía gracia— ¿te ha gustado oír a tu vieja tía, decir polla y otras cosas?
    
    —Me ha puesto muchísimo, nunca te ...
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