1. Aventuras y desventuras húmedas: Primera Etapa (16)


    Fecha: 25/09/2019, Categorías: Incesto Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos

    ... el ritmo.
    
    —Lo que digas. —comenzando a hacer caso a su tía.
    
    —Me gusta… que… obedezcas—Carmen se volteó lanzado una mirada más que pícara y de nuevo giró para mirar al frente.
    
    El ritmo se incrementaba, la penetración era increíble y Carmen estaba que no se lo podía creer, “¿si esto también es sexo?, ¿Yo que he estado haciendo estos años?”. La velocidad ya se había elevado sin parar, el cuerpo de la tía, estaba venciéndose hacia la cama y solo quedaba bien erguido su trasero. Lo tenía colocado lo más respingón posible tratando de no desmoronarse en ningún momento. Era el último bastión que resistía el duro sexo que le propinaba su sobrino, no debía caer.
    
    Las acometidas eran mucho más potentes que antes, el sonido llenaba la casa y la mujer notaba como los genitales de su sobrino la golpeaban con dureza el clítoris. No podía más, estaba a punto. De nuevo se iba a correr, lo sabía, “tres…” pensó para sí, “todos los de un año en menos de una hora. Gracias, Sergio” acabó por pensar. No se podía mover, el placer la tenía paralizada, agarraba con fuerza las sabanas y comenzaba a gritar de manera sonora sabiendo que otro orgasmo llamaba a la puerta, es más, la iba a tirar.
    
    —Mi… vida… otro… otro… —Carmen no podía levantar el rostro de la cama.
    
    —Dios, tía, te vas a secar, ¿te doy más?
    
    —Sí… dame más… —Sergio comenzó a acelerar un ritmo que se solapaba una entrada con la siguiente, Carmen gritó como loca. Ni en sus mejores sueños había sentido ese placer— ni… me acuerdo… hace tanto que no lo hacía así… la del “perrito”.
    
    —La mejor. —el muchacho jadeaba por el esfuerzo, cayéndole las primeras gotas de sudor por el cuerpo.
    
    —Viene, viene. —Carmen con fuerza de voluntad colocó su cuerpo en paralelo a la cama, separando sus pechos del edredón. Agarró con fuerza este, clavando sus uñas. Quien la viera podría pensar que estaba sufriendo, pero nada más lejos de la realidad. Abrió sus piernas todo lo que pudo a la vez que levantaba el trasero. Mientras su cabello rubio ya algo despeinado por el coito le golpeaba su rostro sin parar. La mujer abrió la boca y con todas sus fuerzas clamó al cielo— ¡Dame Sergio! ¡Méteme tu polla, por favor! ¡QUÉ ME CORRO…!.
    
    —¡Carmen, por dios! —las palabras de su tía le subieron tanto el calentón, que agarró con fuerza la cintura de la mujer para poder penetrarla con aún más fuerza. Era una batalla y Sergio no mostraba piedad.
    
    Un grito aterrador salió de la boca de la mujer, algo tan fuerte que incluso hizo pensar a Sergio que la había hecho daño, no era así. Carmen sentía el fuerte agarre de su sobrino en su cintura, impulsando hacia atrás su cuerpo mientras le introducía todos los centímetros que tenía. La mujer supo al instante que era lo que estaba pasando en su interior, estaba teniendo el mayor orgasmo de su vida. En ese momento, en aquel preciso instante en el que sentía las fuertes manos de Sergio agarrándola, más el pene erecto horadándola sin parar pensó “me están follando… ¡ME ESTÁN ...
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