1. Mi jefe me convirtió en su esclava


    Fecha: 24/09/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: rominasumisa, Fuente: CuentoRelatos

    ... eso fue lo que hice, fingí que no notaba aquel contacto físico y seguí tomando notas como si nada mientras aquella procaz mano por fin llegaba a su objetivo y empezaba a masturbarme.
    
    La situación debió ser muy divertida para aquellos disolutos hombres. Una joven y bella secretaria desnuda tomando notas mientras fingía ignorar como le metían mano descaradamente y tratando de disimular los gestos de placer que inevitablemente empezaba asentir por tanto manoseo en zona tan sensible.
    
    Entonces el segundo hombre se levantó de su sillón y diciéndole un cortes "con tu permiso" a Teco, se situó delante de mi y desabrochándose la bragueta descubrió una morcillona polla que plantó delante de mi cara con inequívocas intenciones.
    
    Aquello ya no daba lugar a disimulos y fingimientos por parte mía. La cosa estaba muy clara, me iban a follar de todas las formas y por todos los agujeros y yo no tenía más remedio que permitírselo pues la situación ya era irremediable.
    
    Quizás al principio podía y quizás debí haberme negado pera esa opción había pasado ya en el momento de desproveerme de la bata que me cubría.
    
    Dócilmente abrí la boca cuanto pude y de inmediato me encontré con la boca llena y chupando y lamiendo su más que considerable verga que de inmediato se puso en su máxima erección.
    
    Su compañero entonces, cogiéndome de las piernas me tumbo en el sofá y al instante note como su verga se introducía de golpe y sin excesivos miramientos en el coño que después de sus caricias afortunadamente ya estaba lubricado.
    
    Mientras tanto, Teco, permanecía sentado cómodamente mirando cómo me usaban a su antojo con total indiferencia, igual que si estuviera viendo una película porno.
    
    Aunque mucho después y en un momento dado se unió a la fiesta dando lugar a una triple penetración en la que ninguno de mis agujeros se salvó de recibir la consiguiente descarga de esperma.
    
    Perdí la noción del tiempo y cuando aquellos hombres por fin se detuvieron ya completamente saciados, no en vano me habían penetrado a placer sin parar durante varias horas sin descanso para mi, quedé desmadejada y rota como una muñeca usada y gastada en el suelo del salón, ajena a cuanto sucedía a mi alrededor. Estaba exhausta y pensé, ilusa de mi, que todo había terminado por fin y podría descansar.
    
    Entonces como entre sueños oí una voz lejana que le decía a mi jefe, amante, y durante aquella extraña noche alcahuete:
    
    -¿Has empezado ya con su adiestramiento?
    
    En aquellos momentos no supe que quería decir aquel hombre ni me interesaba lo más mínimo, y tampoco pude oír la respuesta de Teco, solo pensaba en dormir un reparador sueño que me permitiera olvidar que había sido tratada como una vulgar ramera.
    
    Ahora pienso que quizás debí prestar un poco más de atención, aunque, ¿me habría servido de algo? ¿Habría podido cambiar el curso de los acontecimientos que se cernían ya inevitablemente sobre mi?
    
    A la mañana siguiente Teco no hizo ninguna mención a los últimos sucesos y de ...
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