Mi sobrina me sorprende en las vacaciones - Relatos Eróticos

Mi sobrina me sorprende en las vacaciones

Hola a todos, este es mi primer relato, desde hace un tiempo que leo en la página y ya tenía ganas de subir alguna fantasía o relato mío, espero su apoyo :)

Les comparto como soy para que se hagan una idea durante el relato. Uno de mis mayores fuertes son mis piernas, mis muslos junto a mi cola son bastantes grandes y lucirlos con un vestido cortito me encanta, de pecho tengo 100, bastante normal. Mi pelo es negro y con un poco de rulos, labios finos y una cadera grande que acompaña mi cintura más pequeña, formando unas bonitas curvas con la ropa adecuada. Me gustan mis ojos grandes y mirar como una cachorra a los hombres que me atraen, esperando que así pueda inventivarlos a meterme un poco de mano. Pues me gusta que sean los hombres quienes llevan la situación. En fin, con esta breve introducción sobre mi les comparto el relato, que es una de mis más grandes fantasías.

Agradezco consejos para seguir mejorando :)

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Hace tiempo que la familia de mi mujer está arreglando para irnos de vacaciones todos juntos, algo normal entre nosotros, las hermanas buscan hoteles, quintas y lugares donde pueda quedarse toda la familia por unos días para relajarnos y pasar el rato. Cuando hablo de toda la familia hablo de mi suegra (la cabeza) mis cuñadas (hermanas de mi mujer) y sus hijos (sobrinos políticos míos, pero sobrinos al fin y al cabo pues los ví crecer a todos). Claramente entre todo este combo entro yo y los demás maridos, que no lo digo como si fuera algo malo, todos somos familia y nos reconocemos cómo tal, es completamente normal que la pareja de algún miembro de la familia vaya a los viajes.

En realidad, ni siquiera puedo decir que estemos colgados, hace días me estoy preparando para el viaje junto a mi mujer, que si, que ella y sus hermanas están organizando todo pero...¿Me van a decir que llevar la carne y la pelota no es prepararse? Los hombres hacemos el asado y todo eso... Bueno, tal vez vayamos más que nada chupar, no lo puedo negar.

Llegamos a la quinta dónde íbamos a pasar los siguientes tres días, había una pileta de 2 metros de profundidad, un quincho y una casa de dos pisos dónde íbamos a dormir, el casero le dió la llave a mi mujer y nos dijo.

- Lo dejo en sus manos señora, no quiero llegar y encontrar todo hecho un lío, ya sabe bien- Dijo cansado el hombre, se ve que está acostumbrado a que vengan jóvenes a hacer desastre.

- Vaya tranquilo don, usted ya conoce a mis hermanas y mis sobrinos son todos grandes, la quinta está en buenas manos- Lo tranquilizó mi señora.

Posterior a eso fueron cayendo mis cuñadas con sus respectivos maridos e hijos, saludé a todos con un beso y un abrazo a mis concuñados, que nos llevábamos muy bien. Pero como siempre, llegó última una de las hermanas mayores de mi señora, a quien siempre le quedaba más lejos cualquier lugar al que íbamos. María, mi mujer, siempre dijo que su hermana mayor era bastante complaciente con los demás, por lo que siempre terminaba perjudicada y pues en ...