1. Eric. La fiesta salvaje 2 – Familia vampírica 11


    Fecha: 16/08/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: JBWriter, Fuente: TodoRelatos

    ... su esclava o su Ama temporal. Tampoco dejé que Tania respondiera. Tomé a Esther y arrasé su boca en un caliente beso invadiendo su boca. Cuando ella empezó a reaccionar corté el beso.
    
    —Entre chicas solo vainilla —impuse—, salvo que sean órdenes mías.
    
    Bailamos un rato en la zona VIP, aunque un poco retirados de la barra, por si otros querían acercarse. Aproveché para morrearme y meter mano descaradamente a Alicia, pero también alguna que otra vez a Esther.
    
    Tras terminar los combinados Tania propuso ir a una de las piscinas, lo que no hizo gracia a las otras dos.
    
    —Quiero que me des a beber tu combinado —le dijo Tania a Esther tocándole en el sexo—. Ahora estará calentito.
    
    Ambas chicas pusieron gesto de asco, a su comentario aunque no dijeron de irse.
    
    —No creo que sea buena idea —intervino Alicia a la que estaba pellizcándole en los senos—. Nosotras no podemos mear desde fuera y si entra la pondrán perdida.
    
    —Bueno —propuse yo—, si lo que os molesta es que os bañen a vosotras y no darla de beber podemos pedir un reservado. Así las dos daréis de beber a mi esclava.
    
    —No hay reservados en Kumara club —replicó Alicia—. Todo se hace a la vista.
    
    —Se hace a la vista, pero depende de lo que consideréis un reservado. No tendréis vértigo, ¿verdad? —Miré a los ojos a Tania. Se suponía que estábamos juntos pero desconocía casi todo de ella.
    
    —No —negaron las dos chicas. Tania las acompañó con la cabeza.
    
    Podía haberlo pedido con las gafas, pero saqué el móvil, para que lo vieran las chicas. Vi que las bolas piscina estaban libres y solicité una. El ascensor de acceso estaba en la misma zona VIP que nos encontramos. Era para parejas así que indiqué a las chicas que subiesen al 4 y nos esperasen.
    
    —Sé que no quieres nada conmigo, pero el combinado también me ha dado ganas de orinar a mí. Aunque pueda aguantar un rato…
    
    —¿Qué quieres decir?
    
    —Quedaría raro que dejase que las chicas te measen en la cara y no lo hiciese yo mismo. Si no quieres lo entenderé pero después de un rato tendremos que deshacernos de ellas.
    
    —Si procuras apuntarme fuera de la boca y dejar que caiga la mayoría lo soportaré… aunque algo me dice que no me hará falta.
    
    Regresó el ascensor vacío y entramos en él.
    
    —¿Qué quieres decir?
    
    —Déjame hablar un rato a solas con Esther. Si ella o Alicia te preguntan te consideres estricto, pero no sádico. Y consideras que usarme como orinal, incluso con otros es una forma es una forma de dominarme y humillarme.
    
    Me guiñó el ojo y salimos del ascensor. Un asistente estaba sujetando la bola.
    
    —¿Es usted el responsable? —me preguntó.
    
    —Por supuesto yo la he solicitado. —pasó un lector por el dorso de mi mano, como los de los veterinarios, a fin de cuentas era el mismo tipo de chip, aunque codificaba cosas distintas—. Quiero una bolsa para efectos personales.
    
    Me pasó una bolsa de plástico trasparente, bastante robusta con el logo del club. Habitualmente relojes y algún que otro elemento se metían en ella ...
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