1. CUANDO GABRIEL REENCONTRÓ A MERCEDES


    Fecha: 16/08/2024, Categorías: Incesto Autor: barquidas, Fuente: RelatosEróticos

    ... la Selectividad también. Hasta cursos de carrera universitaria y estaba en el segundo cuando me alisté. Luego me presenté a las oposiciones de acceso a la General Militar de Zaragoza, la AGM. La primera convocatoria la cateé, pero en la segunda logré entrar. Dos años en Zaragoza y uno en Toledo, en la Academia de Infantería, cursando la especialidad de infante, me otorgaron la estrella de Alférez efectivo y antes de un año lucía las dos de teniente. Pasé casi siete de teniente y ahora, por antigüedad, me acababan de ascender a capitán… Como ves, cauces normalitos… Como cualquier otro españolito con Bachillerato y Selectividad.
    
    Poco más dio de sí aquella que podríamos llamar primera conversación entre ambos hermanos en mucho tiempo. El tiempo siguió pasando y Gabriel mejorando de modo que no mucho después estaba en condiciones de valerse por sí mismo. Al poco de eso pensó que había llegado el momento de dejar otra vez la casa paterna y trasladarse a una residencia militar para oficiales. Al final aquello no pudo realizarse, y no porque sus padres pusieran demasiado empeño en que su hijo se alejara de nuevo de ellos, sino porque el médico que le atendía juzgó oportuno darle el alta definitiva al entender que mejor tal vez nunca se quedaría. Necesitaría rehabilitación para quedar útil para todo servicio, pero ante todo, tendría que pasar ante un tribunal médico que evaluara si seguía en el servicio activo o pasaría a la reserva, activa o pasiva, y ante ese tribunal médico sólo comparecería si así lo pidieran bien él mismo, bien el mando de la BRIPAC, a petición del de la 3ª Bandera, “Ortiz de Zárate”, a la cual Gabriel estaba adscrito.
    
    En fin que el mismo día en que recibió el alta médica el muchacho empezó a preparar la marcha al campamento de Jabalí Nuevo, en Alcantarilla, Murcia, donde en el reglamentario plazo de tres días debería presentarse. Así, aquella tarde fue preparando su equipaje, lo que no necesitaría parea el día siguiente y el otro, cuando emprendería el viaje.
    
    Al día siguiente, de mañana, se presentó en el Gobierno Militar de Madrid por el pasaporte destino Alcantarilla y en la tarde acabó de empacar cuanto necesitaría llevarse. A última hora de aquella tarde el ambiente en la casa se fue tornando progresivamente más y más triste, pues los padres, para entonces, se empezaron a dar cuenta exacta de que el hijo volvía a marcharse y sabe Dios hasta cuándo y, lo peor, a dónde acabarían por mandarle… ¿A Afganistán de nuevo?... ¡Dios no lo quisiera!... Bueno, Dios y Gabriel, pues también su niño… Porque, al parecer, lo menos tres veces había ido allí a petición propia…
    
    En fin, que su padre estuvo casi toda la tarde más serio y callado que un juez en su tribunal y la madre llorando, gimoteando por los rincones. Mercedes, su hermana, también seria, también callada, pero también medio, digamos y perdón por la gruesa locución, cabreada; ni se sabe por qué. Aquella noche, a idea de Gabriel, la familia, padres, hija e hijo, cenaron ...
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