1. CUANDO GABRIEL REENCONTRÓ A MERCEDES


    Fecha: 16/08/2024, Categorías: Incesto Autor: barquidas, Fuente: RelatosEróticos

    ... estos años viviera habían ido templándola, adormeciéndola por así decirlo; pero desde que volviera a entrar en contacto con su familia, desde que volviera a entrar en contacto con ella misma, lo adormecido había despertado y esa antigua pasión reverdeció con fuerza inusitada. En especial, desde que, del hospital, regresara al hogar paterno.
    
    En fin que, por ambos lados, la cosa estaba que echaba chispas; y ya se sabe, el diablo viene, sopla, y el incendio ya no hay quien lo pare.
    
    Pero no todo el mundo en aquella casa vivía bajo aquel permanente estrés que devenía en que ni los padres ni el hijo pudieran encontrar sosiego en sus vidas. Mercedes, la hija de los primeros y hermana del segundo, no participaba para nada de aquella especie de “Aquelarre” en que la vida de los primeros, padres y hermano, se sumiera. Ella seguía su vida tranquila, sosegada… Se diría que degustándola día por día. Hasta parecía que desde que Gabriel se reincorporara a la familia se encontraba mejor. Mejor cada día, en franca aplicación del “Hoy mejor que ayer, pero peor que mañana”.
    
    Pasaron los meses y Gabriel cada día se encontraba mejor; y, sobre todo, más fuerte. Hasta el punto que su retiro en la famosa terraza, dado que el buen tiempo era la tónica climatológica del momento, se trocó por salir a la calle; pero no al tumulto y el tráfago callejero del centro, sino a los paseos por unos recoletos jardincillos que rodeaban buena parte del edificio donde vivían.
    
    Un pequeño bosquecillo de árboles frondosos en sombra salpicado de parterres ubérrimos en plantas florales, más un sucinto estanque de peces multicolores, con su fuente en el centro de eterno manar agua. Bosquecillo, además, surcado de paseos casi desiertos y orillados por bancos, casi todos ellos acogidos a las mil y una sombras que los árboles otorgaban. Un auténtico paraíso para toda persona que busque “La descansada vida del que huye del mundanal ruido y sigue la escondida senda por donde han ido, los pocos sabios que en el mundo han sido” que diríamos si quisiéramos remedar a Fray Luis de León en su deliciosa “Oda a la Vida Retirada”, un “remake” que se diría hoy del “Beatus Ille”, “Dichoso aquel”, del poeta latino Horacio, que era, ni más ni menos, la forma de vivir que de momento Gabriel quería seguir.
    
    Lugo allí pasó a retirarse y, como antes en la terraza, ahí se pasaba horas sin cuento. Unos ratos paseando por los caminitos que formaban los paseos; otros, descansando sentado en un banco y escuchando el silencio que por tales andurriales era lo común, silencio sólo quebrado por el trinar de pájaros o el murmullo del viento; de la brisa más de una vez y más de dos
    
    Cuando
    
    Mercedes volvía del trabajo al medio día a veces le encontraba allá, en su nuevo retiro. En tales casos, lo normal es que de lejos le saludara, le enviara un besito con los dedos de la mano incluso, aunque también había veces que se acercaba a él, le besara en la mejilla y le diera un tanto de palique sobre cosas ...
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