1. SIU


    Fecha: 14/08/2024, Categorías: Dominación / BDSM Incesto Autor: maroso, Fuente: SexoSinTabues30

    Siu estaba escondido junto a su hermano entre la vegetación a la espera del momento en que dejaría su país natal para alcanzar la libertad junto a su familia.
    
    Siu era el pequeño de los 7 vástagos que hasta el momento había tenido el matrimonio, 5 niñas y tan solo 2 niños, el primogénito de 19 años y Siu de 8. La pobreza y la falta de libertades obligaron al padre de Siu a tomar la decisión de abandonar Corea del Norte por la frontera natural del río Tumen, menos vigilada que la frontera entre las 2 Coreas.
    
    Con 7 hijos, la madre de Siu se mostraba reticente a mantener relaciones sexuales con su marido y éste, desesperado, no tuvo mas remedio que recurrir a su hijo pequeño para satisfacer su natural calentura. A sus 43 años seguía necesitando deslecharse de 2 a 3 veces por semana. Sus hijas debían mantenerse vírgenes hasta el matrimonio, su hijo mayor ya era un hombre y Siu siempre había sido dócil y un tanto amanerado ,por lo que no le quedó más remedio que inculcar en su pequeño la idea de que le debía satisfacer y le adiestró desde muy pequeño en el arte de las mamadas. El padre dejó que el cabello del niño creciera para mantener la ilusión de que sodomizaba a una de sus hijas, solía llevar al pequeño a la parte baja de la casa donde estaban los animales, se situaba en una esquina, en la penumbra. Siu se arrodillaba y chupaba la polla de su padre sin hacer ruido, se afanaba en su trabajo siguiendo el ritmo que le marcaba hasta que su boca se inundaba de caliente leche o hasta que lo ponía contra la pared y lo penetraba suavemente para que el niño no se quejara y lo bombeaba sin pausa hasta llenarle las tripas con su leche. Siu se había acostumbrado a tragar la lefa que brotaba de aquella polla que le dio la vida, del mismo modo que se había acostumbrado a recibir la minúscula polla de su padre. Siu sentía la satisfacción de ser un buen hijo y hacer lo que su padre le pedía, más que placer, ya que las penetraciones eran un acto mecánico que duraban poco tiempo . En silencio veía a su padre ordenar su ropa y alejarse del lugar mientras él permanecía allí un tiempo para no despertar sospechas.
    
    En su inocencia, Siu se ofreció a su hermano una mañana que vio la carpa que se le formaba en el pantalón. Atónito, el joven se dejó hacer y supo del placer que puede dar una boca bien entrenada. Su hermano con las hormonas en plena ebullición no tardó en pasar de la boca al culito ya adiestrado de su hermanito. Pronto se acoplaron el uno al otro y ya no fue necesario alejarse de la casa para follárselo. Prácticamente cada noche hundía su polla en el culo de su hermano, lo follaba con suavidad y en completo silencio se corría en su interior.
    
    Siu vivía su existencia con la mayor de las naturalidades, era un niño normal y corriente, pequeño para su edad, que corría y jugaba, con la salvedad que ocupaba parte de su tiempo atendiendo las necesidades de su progenitor y de su hermano.
    
    Ahora, entre la vegetación se sentía incómodo e inseguro. Llevaban ...
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