1. Las bragas de mi familia (Parte 1)


    Fecha: 24/09/2019, Categorías: Incesto Autor: La Pluma, Fuente: TodoRelatos

    ... majestuoso, tiene unas caderas de infarto que acompañan su delgado cuerpo creando unas curvas perfectas. Sus muslos, gruesos y musculosos (ella también va al gimnasio). Su rostro es completamente angelical, es una de las mujeres más bellas que haya visto. Y entre sus mejores atributos no sabría con cual quedarme, si con sus redondas y perfectas tetas (tanto en tamaño como en forma) o con su culo igual de trabajado que sus muslos. Mi tía ha sido desde que tengo uso de razón mi amor platónico. Es una persona muy amable y graciosa, y tenemos una gran complicidad desde siempre.
    
    Tras esta descripción de mi familia, comenzaré con mi relato.
    
    Como he dicho previamente, la ropa interior usada me excita muchísimo. Esto lo descubrí en mis primeros años de adolescencia, cuando Diana se dejó sus bragas usadas en baño después de ducharse. Cuando entré tras ella para darme una ducha vi esas bragas en el suelo y la curiosidad y las hormonas pudieron conmigo. Cerré la puerta con pestillo y cogí, tembloroso, por miedo a que alguien se enterará, esas braguitas grises. Cuando las olí, se despertó una parte dentro de mí, fue un punto de no retorno no solo para mi vida sexual, sino para mi forma de ver a mi tía. Pasé de verla como un amor inocente de niño que admira a alguien, a tener atracción sexual hacia ella, hacia mi propia tía. Pero eso no me importó, en cuanto olí su ropa interior mi polla tuvo posiblemente una de las erecciones más fuertes que jamás vaya a tener. Ese aroma tan potente y cautivador inundó todo mi ser. Además, al haberlas llevado puestas recientemente, seguían muy calientes, lo que me hizo inevitable tener el incestuoso pensamiento de como se debía sentir tocar su coño.
    
    Empecé a masturbarme cómo nunca lo había hecho con esas bragas bien pegadas a mi nariz. La sensación era indescriptible. Pensaba en mi tía, en sus maravillosas tetas, en su duro y gran culo, en como sería estar dentro de ella mientras me gime al oído. Pronto me corrí a chorros por todo el suelo y la encimera del baño, y una sensación de decepción y culpa me llenó el corazón. Acababa de correrme pensando en mi tía, oliendo su ropa interior; había inundado el baño en semen por mi tía. ¿Qué clase de montruo era?
    
    Dejé las bragas en el mismo sitio de donde las habia cogido después de limpiar el estropicio que había hecho y me metí a la ducha.
    
    Sin embargo, la sensación de culpa no fue lo suficientemente grande, y al terminar de ducharme procedí a hacer una réplica. Cogí las bragas de Diana y me masturbe con fiereza mientras las olía hasta que eyaculé. De nuevo, sentí esa gran culpa.
    
    Los días siguientes estuve reflexionando sobre lo que había hecho y sintiendome una basura. Uno de esos días, un viernes, tras despertarme de la siesta, oí que alguien se estaba duchando. No pude evitar pensar de nuevo en lo que hice días atras. Intenté darle menos importancia y me puse a jugar un rato a la play.
    
    Minutos más tarde, mi tía llama a la puerta de mi cuarto.
    
    -Diana: ...