1. Como te adoro mami ! parte final


    Fecha: 10/08/2024, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... hermosos que los de mi madre… la tersura de sus plantas, sus dedos largos y sus uñas perfectas… la curvatura de su empeine y la lisura de sus talones eran el mayor desafío que como fetichista pude afrontar… por eso desde ese momento me convertí en un adicto de ellos, y no había instante en que no deseara acariciarlos, inclusive cuando ya mis hermanas estaban en casa, pretextando que ella llegaba muy cansada de su trabajo y era preciso relajarla de tanto ajetreo. Creo que con el tiempo ellas llegaron a sospechar que yo estaba locamente enamorado de nuestra madre, y en alguna ocasión mi hermana menor así me lo dijo. Evadiendo la gravedad de sus preguntas le dije que por mi condición de hombre era natural que estuviera mas pendiente de ella, ya que las dos permanecían demasiado ocupadas en lo suyo; un argumento que no sació las inquietudes de mi hermanita.
    
    Hubiera deseado chupar todo su sexo en esos instantes, pero dejar al garete el espectáculo de su cuerpo tan mío, era algo que no me lo perdonaría, puesto que por primera vez, la tenía libremente para mí, sin miedo; contando con su aprobación y convencido que estaba disfrutando ese juego mórbido pero increíblemente gratificante. Le pedí que se volteara de espaldas y continué mi recorrido por sus piernas hasta llegar al sumun de la exaltación con su suculento culo… mordí despacito sus nalgas y las comencé a abrir con mis manos mientras introducía toda mi lengua en sus profundidades, explorando cada pliegue, paseando mi boca hasta su grandes labios empapados de dulzura; ávido por extraer de sus entrañas hasta la última gota de placer… ella continuaba dando muestras de estar al borde de la locura, mientras apretaba y mordía la almohada. “eres un degenerado mi cielo, donde aprendiste tantas cosas ah? “ “… decía sin obtener respuesta, puesto que yo ajeno a todo solo deseaba quedarme en medio de sus piernas para siempre. Me deleité en su espalda y al llegar a su nuca, me pidió que no la atormentara mas pues no resistía las ganas de que la clavara de nuevo, y lo dijo de la forma mas vulgar, encendiendo de nuevo ese fuego que amenazaba con incendiar el universo.
    
    Nos amamos otra vez, sin miedo, apareando nuestros sexos hasta sentir que mi verga encajaba perfectamente en su vagina, que nada sobraba ni faltaba, y que como ella casi lo gritaba, era la cosa mas rica que se había comido en su vida… y cada vulgaridad, cada frase soez acrecentaba nuestra mutua complacencia, aumentando el vaivén de nuestras desnudeces hasta que al unísono explotamos en un orgasmo indescriptible. “Te amo, te adoro, maldito pervertido, me vuelves loca” me dijo casi sollozando, mientras besaba su boca cálida, para que nuestras lenguas terminaran de amarse como dos apéndices mas de la lascivia que nos unía para siempre. Nos quedamos en silencio tomados de las manos, no queriendo quebrar el encantamiento de esa tarde inmensa e inolvidable… Solo el hambre nos hizo levantarnos a buscar que comer en un restaurante cercano a casa. ...
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