1. Ven y cómeme el coño si tienes cojones


    Fecha: 23/09/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... cierto, no me creí ni una palabra de lo que dijiste. Al hablar de siete corridas de una mujer en una noche la cagaste.
    
    Mirando para sus tetas, le dije:
    
    -Y doce veces también se corrieron un par de ellas, eso no quita que algunas con dos ya quedaran servidas.
    
    -Eso te funcionará con jovencitas, con mujeres de verdad no cuela.
    
    -¡Qué ya te dije que no es tiempo para aventuras!
    
    -Ahora lo pillo. Cómo sabes no tienes que demostrarlo...
    
    -Si no tuviéramos entre manos lo del bicho, y tú quisieras, te comía el coño con la leche de tu macho en él...
    
    -No creo que seas tan cerdo.
    
    -Sí que lo soy, soy tan cerdo que sería capaz de comerte el culo sin haberlo limpiado.
    
    -Eso no te lo crees ni y tú.
    
    -¡¿Me estás llamando mentiroso?!
    
    -Sí.
    
    Tiré de sarcasmo.
    
    -Usted de sexo me parece que lo que sabe es montar y dejar que la monten, señora.
    
    Ella era una experta en el terreno del sarcasmo.
    
    -¿Y usted que más sabe hacer, señor?
    
    Ya le tenía unas ganas que ni virus ni cojones, si la pillara me papaba enterita. Le dije:
    
    -Me gusta que una mujer me coja en su regazo y me deje las nalgas al rojo vivo, entre otras cosas.
    
    -¿Te excita que te azoten el culo?
    
    -Sí, pillo empalmes brutales.
    
    Seguía sin creer una palabra de lo que le había dicho.
    
    -En mi vida he conocido muchos fantasmas, pero tú te llevas la palma. Seguro que si empezase a masturbarme en tu cara, en vez de comerme el coño, salías corriendo.
    
    -Si estuviéramos a solas...
    
    La camarera, me dijo:
    
    -Haz cómo si no estuviera. ¿Se la vas a comer?
    
    -Si estuviéramos en otro sitio más íntimo comía. Aquí puede venir gente.
    
    -¿Quieres que te coma el coño, Xio?
    
    -Este sale corriendo, Bea, a los bocazas cómo él ya los tengo calados.
    
    La camarera salió de detrás de la barra, cerró el bar y le bajó la persiana. Xio echó la silla hacia un lado, se levantó, bajó las bragas y me las tiró.
    
    -A ver si tienes cojones a comerme el coño cuando te lo diga.
    
    Al coger las bragas vi que por dentro estaban mojadas y amarillas. Las olí, olían a semen, a coño, a meo, olían a lujuria. Bea puso música ambiente muy bajita, después fue junto a Xio, se colocó a su espalda y comenzó a magrear sus tetas. Dos dedos de Xio recorrieron su raja y acariciaron su clítoris, luego se perdieron dentro de su vagina. Yo ya estaba empalmado. Aparté la silla de la mesa. Estaba a unos dos metros de ellas. Saqué la polla y empecé a masturbarme. Bea le fue abriendo los botones de la blusa a Xio hasta dejar a la vista su sujetador, le levantó las copas y con dos dedos de cada mano le apretó y le tiró de los pezones, de sus bellas tetas, después bajó su mascarilla y la de Xio, buscó su boca y se besaron. Meneándola vi cómo se chupaban las lenguas y cómo Bea le amasaba las tetas. Al dejar de besarse, mirándome para la polla se mordían el labio inferior. Poco después sentí los dedos de Xio haciendo chapoteos con los jugos del coño. Me retó.
    
    -Ven y come mi coño si tienes cojones.
    
    Lo que me ...