Diario de un recién reconocido sumiso - Relatos Eróticos

Diario de un recién reconocido sumiso

... dicho que me ponga unos sucios y le he dicho que cómo me voy a poner unos calzones sucios cuando recién me acabo de duchar. Así que ella ha sacado el tanga blanco de encaje que compró el otro día y me ha dicho que me lo ponga.

- ¿Cómo me voy a poner eso? – Le digo.

- No te preocupes cariño, si nadie te lo va a ver. No pasa nada

Así que me lo he puesto con un poco de reparo. Mientras me lo ponía, Jacky me ha mirado, yo diría que con lujuria, y me ha dado una nalgada fuerte diciéndome – ¡que buen culito te gastas! – Me he puesto unos jeans azules y una camiseta negra. Parece que no se me ve nada. Además, me colocaré la camiseta por dentro para que ni siquiera se note. Me noto muy raro mientras ando. Se me mete todo el hilo del tanga en la raja del culo y me excita cada vez que ando. Veremos a ver como paso la velada.

Lunes 29 de Marzo de 2021

Escribo hoy más tranquilo después del fin de semana tan movido que he tenido. Jacky está trabajando así que me doy el lujo de poder escribir durante un rato sobre todo lo que ha pasado. La cena del viernes fue de lo más excitante. Mientras íbamos en el taxi hacia el restaurante, Jacky me miraba muy sonriente de manera muy lasciva y me decía al oído que si me sentía bien con el tanga puesto.

- ¿Cómo te sientes cariño? ¿te gusta la sensación?

Yo la miraba y sonreía como tonto. Me estaba excitando mucho y se me notaba en los jeans.

- Veo que te sientes bien, jejejeje.

Jacky me veía la hinchazón y se reía sin disimulo. Llegando al restaurante, pagamos al taxista y me disponía a salir del coche cuando noté por atrás un tirón que me provocó un poco de dolor. Algo que no me esperaba.

- Auuuu, ¿Qué haces?

Jacky no dijo nada, solo se reía. Me había tirado hacia arriba del hilo del tanga provocando que se saliera un poco el hilo blanco. Rápidamente miré hacia atrás y me subí los jeans lo más que pude para que se escondiera el tanga. De todas formas, creo que el taxista me vio porque cuando se fue, me pareció que se reía.

Cuando entramos en el restaurante, saludamos a nuestros amigos y me fui directamente al lavabo. Necesitaba colocarme el tanga porque me apretaba demasiado mis genitales. Una vez en el baño, entré en uno de los váteres y me coloqué de nuevo el tanga para volver con Jacky y nuestros amigos. Me senté y estaba bastante nervioso por si al sentarme se me veía el hilo del tanga. Así que continuamente me erguía en mi sitio evitando agacharme para que no se me subiera la camiseta o se me bajaran los jeans. Jacky lo notaba y en una de estas dejó caer su servilleta a mi lado para que yo la recogiera.

- Por favor cari, ¿me alcanzas la servilleta?

Me dijo con una sonrisa muy pícara y lasciva. Yo trataba de agacharme sin que se me subiera la camiseta. No sé si lo logré. Cuando alcancé la servilleta se la devolví a Jacky con una cara seria y de reprensión. Jacky me guiñó un ojo sonriendo. El resto de la cena pasó de manera normal.

Cuando llegamos a casa, mientras me quitaba ...