Diario de un recién reconocido sumiso - Relatos Eróticos

Diario de un recién reconocido sumiso

... Quería que le metiera la lengua en su agujerito de la vagina. Eso estaba muy cerca de la polla de Luis. Metí mi lengua lo más dentro posible de su agujerito, haciéndola gemir de placer, mientras Luis comenzó de nuevo a mover su pelvis de dentro a fuera.

En la posición en la que estaba, Jacky me consiguió quitar el tanga y agarró mi culo para meterme su lengua, lo que me sacó un gemido de placer muy intenso. Saqué la lengua del agujero de Jacky y empecé a lamer más hacia dentro encontrándome con la lengua la verga de Luis metida en el ano de Jacky. Chupé la polla y traté de meter también mi lengua en el ano, pero era muy complicado. Así que volví al agujero de la vagina de Jacky para seguir mi trabajo. Diosss… estaba disfrutando y gimiendo como nunca. Fui el primero en correrme. Pero Jacky seguía trabajando mi ano. Ella ya había tenido un orgasmo e iba por el segundo. Luis aún no se había corrido. Pero cada vez iba acelerando más sus embestidas.

Así estuvimos un rato hasta que finalmente Luis se corrió dentro del culo de Jacky. A los pocos segundos se levantó y se fue al baño. Jacky se quedó rendida. Paró de lamerme el ano y se giró dejándome las vistas de su esfínter todo abierto y saliendo unas gotas de semen por fuera. Jacky me tomó de nuevo con sus manos la cabeza y me la incrustó en su ano para que lo lamiera.

- Déjamelo limpito y dame unas buenas lamidas para quitarme el dolor, putita.

Apoyé con un poco de asco mi lengua en la entrada del ano de Jacky y lo lamí. Tenía un gusto agrio entre los restos de semen y del sabor del culo de Jacky. Era el más puro olor a sexo. Eso hizo que mi pequeña polla se viniera arriba de nuevo. Chupaba y chupaba y trataba de meter mi lengua lo más al fondo posible de dentro del culo de Jacky. Luis me había dejado el camino más fácil ya que el esfínter de Jacky estaba bien dilatado. Casi se podía ver qué había dentro.

- Mmmmm…. Muy bien perrita. Lo estás haciendo muy bien. No dejes nada y límpiame el culito muy bien.

En eso volvió Luis del baño y se empezó a morrear con Jacky mientras yo seguía lamiendo todo. Jacky y Luis hablaban y reían por lo bajo. Yo no podía oír nada porque estaba con toda mi cara metida dentro del culo de Jacky y sus muslos taponaban mis oídos. Pero notaba que se reían.

De pronto Jacky me quitó de mis quehaceres y me dijo – Ahora te toca a ti putita. Vas a ver lo que es tener una polla enorme en tu culo. Esta es la ocasión especial que te decía.

- ¡Ven aquí y chúpame la polla un rato, Naiara! Es necesario que la lubriques muy bien para que te entre mejor.

Me acerqué a él, que estaba tumbado en el otro extremo de la cama. Me puse bajo sus piernas y me metí su verga en la boca como había hecho antes. Como estaba aún morcillona pude introducírmela toda dentro sin hacer mucho esfuerzo. Pero a medida que se iba empalmando, me iba costando más llegar hasta abajo. Jacky me había dado instrucciones antes de cómo hacerlo y las estaba siguiendo al pie de la letra. Con una ...