Diario de un recién reconocido sumiso - Relatos Eróticos

Diario de un recién reconocido sumiso

... haciendo poses incluso un video andando como toda una señorita. Así que o me obedeces y vamos a dar una vuelta o publico esas fotos y el video en tu muro de Facebook.

Mis pulsaciones empezaron a subir hasta tener taquicardia. Esto es lo último que me esperaba de mi Jacky. Me estaba tratando de forma muy autoritaria y me estaba amenazando con publicar las fotos. Solo me quedó por decirle que sí, que haría lo que me pedía. Pero que no publique las fotos.

- Pero solo una pequeña vuelta, ¿ok?. Volvemos en una hora como muy tarde. ¿vale?

- Ya veremos – dijo.

Salimos a la calle. Jacky me dejó un bolso para retocar mi maquillaje. Me llevó en coche a un pub. Menos mal que se veía oscuro. Había bastante gente. Nos sentamos en una mesa y pedimos unas copas. Poco a poco me iba calmando. Aunque notaba miradas de chicos y esto me ponía más nervioso aún. Nos tomamos una copa y Jacky me propuso bailar un poco antes de irnos.

- Cómo te gusta hacerme sufrir Luisito. Ok, vayamos a bailar.

La pista estaba llena y hubiera jurado que en varias ocasiones me tocaron el culo de forma descarada. Esto se lo dije a Jacky y me dijo que me acostumbrara a eso que era normal en una chica.

Terminamos el baile y Jacky me dijo que necesitaba ir al baño. Me asusté un poco.

- No me dejes sola cari, por favor.

- No te preocupes, no te va a pasar nada. – y se fue andando al servicio de los chicos.

Yo me quedé solo en medio de la pista sin saber qué hacer. Seguí bailando un poco y a los pocos segundos se acercó un chico que creo que iba medio tomado.

- Hola guapa, ¿Cómo te llamas? Tienes un culo precioso. Esto me lo decía mientras con su mano me tocaba el culo sin ningún reparo.

- Por favor, déjame en paz. Soy Naiara y mi novio acaba de irse al baño.

- Sí, ya me fijé en ese tirillas de mierda. No tiene ni media ostia. Mejor vente con papi que te dará tu buena verga. – Me seguía tocando el culo y metía su mano por debajo del vestido tocándome la raja.

Traté de zafarme de él y menos mal que apareció otro chico que le apartó bruscamente de mí. Si no, seguro habría pasado algo desagradable.

- Gracias – le dije al chico que me había salvado.

- No hay de qué Naiara – y se alejó como si nada.

¿Cómo? ¡Me había llamado Naiara! ¿Cómo coño sabía mi nombre? No entendía nada de lo que estaba pasando. Creo que la bebida me había afectado. En ese momento llegó Jacky y por fin nos pudimos ir a casa. No le dije nada de lo que había pasado. Seguro que se habría preocupado.

La verdad es que ya en casa, me estaba excitando por todo lo que había pasado. Tanto así que le dije a Jacky que había sido muy buena idea la de salir a la calle.

- ¿Ves Naiara? Yo siempre tengo razón y siempre me has de obedecer todo lo que te digo.

- De acuerdo Luisito – le dije como a broma. Aunque creo sinceramente que ella lo dijo muy, pero que muy en serio.

Una vez entramos por la puerta y antes de que pudiera desvestirme, Jacky me plantó un morreo con lengua. No me ...