Spanking. - Relatos Eróticos

Spanking.

... el hombre manoseaba las tetas de la joven y tambien jugaba sus gordosdedotes sobre su pubis.

Ella meneaba sensualmente su trasero ante la vista del sudoroso elefante; pero el hombre, ahora parecía un conejillo completamente avasallado con todo su jugo exprimido.

Mientras tanto ella le sonreía triunfal:había derrotado al macho.

A partir de ese instante, ella se enteró de que aquel castigo erótico lo llamabanspanking,decidiendo convertirse en una artista sexual bajo el nombre de lanena malcriada y era invitada a reuniones de hombres o fiestas swingers en dondeel spanking era el tema, logrando un enorme éxito.

Gracias a sus ganancias, ella incrementó el guardarropa de vestiditos de crinolinas y bragas de olanes de diferentes tipos y colores, así como de medias y ligueros; llevando bellos antifaces y pelucas con el fin de exaltar el placer y el misterio de ocultar su identidad en las reuniones, así como los instrumentos para elspanking.

Algunos caballeros tirados en el suelo le pedían a la joven que se sentara sobre su rostro mientras que ella, empinada de culo, era nalgueada con manos, tablas y látigosex profeso por otros hombres y mujeres y su orina o jugos vaginales se derramaban sobre ellos, quienes se masturbaban hasta explotar.

Ella era virgen y anunciaba aquello como un incentivo extra para las fiestas que se llenaban a reventar.

Cierta vez, en una de tantas reuniones se presentó un negro enorme, quien la cargó subiéndola a sus hombres y nalgueándola entre la algarabía de los presentes; mientras ella se mojaba a chorros sobre el negro y luego, sosteniéndola como a una muñequita de sus tobillos en el aire, la obligó a que le mamara el parado y enorme garrote.

Inmediatamente ella le exigió al negro que la bajara debido a que aquello no era parte del espectáculo y entonces él dijo:

- Toma la cantidad de dinero que gustes de mi cartera a cambio de tu lindo cuerpo…

Mientras tanto, ella dijo sostenida en el aire por medio de las manos de la mole de ébano:

- Si acepto…

El júbilo de la concurrencia fue enorme ante lo dicho por ella, regocijándose con el espectáculo próximo a observar y después de un rato de estarla forzando, intentando que se tragara toda esa enorme salchicha arrempujándola fuertemente dentro de su boquita, el hombre eyaculó chorros hasta casi asfixiarla. La joven jamás había mamado a ningún hombre y mucho menos de aquellas extraordinarias medidas.

Ella, siendo clavada por aquella enorme verga que no avanzaba más allá de la cabezota dentro de su sensual boquita, estaba con sus ojos desorbitados intentando jalar aire y toda desgreñada; a la vez que el negro, intentando metérsela toda sin piedad, le provocó que se vomitara; bajándola de inmediato dándole agua y toallas para que se limpiara, mientras le decía a ella que había disfrutado mucho aquello sin importarle haber quedo todo embarrado de vomito en su pubis y parte de sus huevos, pene y gigantescas piernas.

Los asistentes no eran capaces de ...