Spanking. - Relatos Eróticos

Spanking.

... erótica y se puso a estudiar todo acerca de dicha práctica y días después, urdió un plan: yendo a la tienda de nuevo con unas incitantes bragas blancas de olanes compradas por internet bajo una minifalda ampona parecida a las que emplean las bailarinas de ballet, pero un poco más larga cubierta con un largo abrigo para evitar las miradas curiosas durante su trayecto a la tienda de don Tomas.

Ella iba perfectamente maquillada y con colitas en el cabello sujetadas con coquetos moños rositas, inclinándose para que don Tomas observara su redondito trasero enfundado en las sofisticadas y sensuales bragas.

El hombre despachaba a los clientes sudoroso de la emoción por la vista de aquel bello e incitante trasero y en cierto instante, bajo la mirada sorprendida de don Tomas, ella tomó varios dulces introduciéndolos a su bolso de mano dehello kitty mirándolo retadoramente.

El hombre masculló en voz apenas audible:Ora verás condenada… y despachando rápidamente a los últimos clientes que ignoraban lo que ocurría cerró el negocio llevándola a rastras de la muñeca a la trastienda; atando ambas muñecas de ella con una rustica cuerda, procediendo a recostarla sobre sus enromes piernas de elefante, trenzando con una de ellas las de la preciosa jovencita para inmovilizarla.

El hombre levantó su vestidito procediendo a manosear golosamente sus nalgas cubiertas con las tersas y trasparentes bragas de olanes e inició la tanda de nalgadas; hasta que ella le suplicaba perdón excitantemente:

- Perdón papacito… ya no lo vuelvo a hacer.

Todo lo anterior había excitado tremendamente a don Tomas, quien entendiendo el juego erótico en el que se encontraba, le siguió dando en sus paradas nalgas que le ardían mucho; agitándose su bello cuerpo como un gusano en sal, hasta que convulsionó en un intenso orgasmo y entre gritos arrojó chorros de agua sobre sus bellos calzoncitos.

Ante los fuertes manotazos deseaba voltearse para evitar el doloroso castigo, pero don Tomas la sostuvo fuertemente de su cintura y le siguió dando; luego ella presentó un orgasmo gritando ardorosamente. La joven movía su redondo culo incitantemente sintiendo su vagina dilatada como un reflejo de la calentura, preparándose para el macho que habría finalmente de follarla sin importar quien fuera.

Don Tomas tenía su verga bien parada casi reventando el pantalón.

Ella gritaba:

- Por favor don Tomas…ya no lo vuelvo a hacer…ya por favor, me duele, me duele…

Presentó varios orgasmos potentes tirada de panza sobre las piernas enormes de aquel paquidermo; mientras tanto, el hombre jadeaba como perro de la calentura y colocándose de pie, extrajo su gorda macana procediendo a masturbarse como loco, con la chica empinada de nalgas sobre la silla; arrojando toda su candente leche encima de los sensuales calzones, distribuyéndola luego equitativamente con su verga sobre la tela cubriendo sus nalgas, sosteniendo las caderas de ella durante unos segundos.

A pesar de haber terminado, ...