El repetidor, yo y mi madre (6) - Relatos Eróticos

El repetidor, yo y mi madre (6)

... instituto hable de nosotros-

-Esta bien- dije aunque no lo entendía del todo.

Miró alrededor y me dio un piquito rápido antes de irse. Yo llamé nuevamente a Manu pero no me lo cogió.

Cuando entré nuevamente a clase recibí un vídeo, grabado desde la mano de Manu, en el que se veía a mi madre arrodillada recibiendo la tremenda corrida en la cara.

-Papa no puede ir esta tarde a casa. Por eso he venido a darle rabo a la zorra de tu madre a su trabajo. Pórtate bien, no llegues tarde y haz caso a mamá si no quieres que vaya con el cinturón- decía el muy cabrón - Y recuerda hacer mis deberes-

Fue un descanso estar solo en mi casa, me tumbé en la cama después de comer y me puse a pensar en la situación en la que estaba. En cómo Manu se aprovechaba de mí y de mi madre. Era un cerdo y un cabrón, tenía que parar esto, tenía que decirle que se largará y no volviese a casa y que dejase en paz a mi madre.

Eso estaba pensando, cuando me di cuenta que tenía mi mano en mi polla y me estaba masturbando. Resignado y dolido conmigo, me levanté y me puse a hacer los deberes de Manu.

Mi madre llegó más tarde de lo habitual, sobre las seis. Vino a mi habitación sonriente, entró y se sentó en la cama, traía con ella una bolsa.

-¿Cómo estás, cariño?- me preguntó

-Bien ¿Por qué? ¿que pasa?- pregunté con la bordearía de un adolescente.

-Nada, nada- dijo y se quedó en silencio

-Te traigo un regalo- dijo después

-¿Un regalo?¿Por qué?-

-Bueno.. Porque sí¿No puedo traerte regalos?-

-Sí, claro. Pero no entiendo por qué hoy. Bueno damelo-

Me dió la bolsa, abrí el envoltorio del paquete. Con cara de susto me encontré un consolador dentro de una caja y un bote de vaselina.

-¿Qué es esto?- pregunté entre sorprendido y enfadado.

-Es un consolador..-

-Se lo que es- la interrumpí- digo ¿Qué por qué me lo regalas? Yo no soy gay ya te lo dije-

-Hijo, no tiene nada que ver ser gay, con saber disfrutar de ciertas cosas. Eres muy antiguo para ser tan joven- me dijo casi riendo.

-No soy antiguo. Pero no quiero meterme nada en el culo-

-Seguro que tampoco querías comerte una polla y bien que disfrutas-

Escuchar eso, saliendo de mi madre, fue cuanto menos muy extraño.

-Yo...bueno...es distinto- dije sin argumentos.

-Te entiendo hijo. Bueno yo te lo dejo aquí y si lo quieres usar yo te enseñaré cómo hacerlo bien para que no te hagas daño. Seguro que te gusta cariño - me dio un beso en la mejilla y salió del cuarto.

¿De qué iba eso?¿Por qué me había traído un consolador?¿Qué pretendía mi madre?

Le daba vueltas en mi cabeza a todas esas y más preguntas. Lo hacia con el consolador en la mano, no era muy grande, unos 15 cm y no demasiado gordo, de color azul y liso. Jugueteaba con el en mis manos sin prestarle demasiada atención. Mierda me estaba poniendo cachondo, lo lancé sobre la cama, lejos de mi alcance, entre en pornhubs y busque algo con lo que hacerme una paja. Nada de madres, ni de maduras, ni nada que me ...