1. Ana emputecida


    Fecha: 27/07/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: dameroelectrico, Fuente: TodoRelatos

    ... tenía otras cosas que hacer. Estuvo de acuerdo. A las siete yo la estaba esperando, bebiendo una cerveza y escuchando algo de música. Cuando sonó el timbre quité la música y abrí la puerta. Allí estaba. Había cumplido el trato.
    
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    Pasa puta, le dije. Ella entró y fue a sentarse en el sofá. Yo me senté a su lado y saqué el dinero.
    
    —Lo primero es lo primero. —dije— Las putas siempre cobran antes del servicio.
    
    Ella cogió el dinero sonrojándose un poco y lo metió en un pequeño bolso que llevaba.
    
    —Gracias…
    
    Se había puesto un vestido camisero negro, de los que se abren por delante, bastante ajustado. No llevaba medias. Los labios bien rojos y un poco de colorete en la cara. Inmediatamente empecé a sobarle las tetas. Le metí la mano dentro del sujetador y pellizqué sus pezones bien fuerte. Hizo un mohín pero no dijo nada. Yo estaba ya bastante cachondo, así que me puse de pie y saqué la polla delante de sus ojos.
    
    —Chupa cerda.
    
    Le di una bofetada suave y dirigí su cabeza hacia mi polla.
    
    Ana siempre había sido una gran comedora de rabos, la mejor de todas mis ex parejas. Muchas veces me pedía que me corriera en su cara, pero yo siempre había preferido meterla bien dentro de su garganta para soltarle la lefa, de manera que se viera obligada a tragárselo todo.
    
    Se la metió en la boca rápidamente, mientras yo seguía sobándole las tetas. Me las arreglé para abrirle el vestido y bajarle el sujetador negro, de manera que las tuviera expuestas a mi vista.
    
    —Siempre te ha gustado comer polla ¿verdad puta? Eso es una gran cualidad para vender tu coño. A los tíos nos gusta que nos la mamen antes de usar otros agujeros —le dije— y quítate el sujetador que quiero verte bien las tetas.
    
    En cuanto se echó las manos a la espalda para desabrochar el cierre, le agarré la cabeza con las dos manos, y empecé a follarle la boca como es debido.
    
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    Ella se quejaba un poco “mfmgrmmmfr”, pero yo empecé con fuertes embestidas hasta su garganta, agarrando su cabeza por detrás, por el pelo, o a veces por las orejas, para moverla atrás y adelante rápidamente. Me encanta mover la cabeza de las zorras agarrando sus orejas y tirando fuerte hacia mí, para humillarlas como si fueran solo un objeto a mi servicio.
    
    Estuve follando su cara así un buen rato. A veces, apretaba toda su cabeza contra mí, para meterla toda entera, y la dejaba ahí un rato disfrutando al notar como se ahogaba al no poder casi respirar ni por la boca ni por la nariz. A veces la soltaba un poco, solo para estrujar sus tetas con fuerza, apretándolas con la mano como si fueran estropajos que estuviera escurriendo.
    
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    Tenía ganas de correrme en la garganta de esa puta como había hecho tantas veces, pero no me iba a privar de su culo, que para eso la había pagado. Saqué mi polla bruscamente y le dije:
    
    —Bájate las bragas y ponte de pie contra la mesa.
    
    Se levantó del sofá, con el vestido abierto y las tetas expuestas ya que el sujetador estaba suelto y medio colgando, y se ...