1. El malabares del semáforo VII


    Fecha: 27/07/2024, Categorías: Gays Autor: Pedrovlc44, Fuente: TodoRelatos

    ... espalda, su sudor deslizarse por mi cuerpo, su aliento sobre mi boca intentando besarme, sin poder hacerlo, porque tenía que coger el aliento.
    
    Poco a poco Arthur se fue recuperando, me dio la vuelta, los dos nos besabamos como locos, nos acariciabamos, sentí como volvía a deslizarse por mi cuello dejando un reguero húmedo de saliva por mi cuello, cómo después relamio, succiono y mordisqueo por unos minutos mis pezones, me retorcía de gozo, de placer, lo amarraba por su cabeza sobre mis pectorales para que no escapara, el se escabulló, bajo por mi vientre dándome besitos y lametones, hasta llegar a mi pubis, agarró mi polla con su mano, me miro lascivamente, provocador, vi como abría su boca y relamia mi prepucio totalmente pringado de precum, su primer lameton, hizo que suspirara, una latigazo de corriente recorrio mi columna y no pude mas que retorcerme de gusto, suspire una y otra vez, sus labios succiónaban y chupaban mi capullo, saboreandolo mientras me pajeaba, no iba a aguantar mucho más, mi excitación era total después de su follada, y ahora su felación era estupenda, sentí mi pollón dentro de su garganta, como lo chupaba de abajo hasta arriba, como su mano me masturbaba seguidamente, gemía como loco, no aguantaba más tanto placer, Arthur era un estupendo mamón, no quería dejar de sentir en todo mi rabo como su boca la succionaba, quería seguir sintiendo su lengua lamer mi capullo, pero no aguantaba más, así que le dije entre gemidos que me corría, el siguió mamando, no paro, empecé a sentir un placer enorme, y entonces empecé a correrme en su garganta, borbotones de lefa caliente la llenaron, el trago y trago sin parar, yo lo sujetaba y gemía sin parar, hasta que porfin descargue del todo mis pelotas y me quedé mucho más relajado, placentero y gozoso, abrazado a su cuello y con su boca rebosando mi esperma, mirando como me estremecía de puro placer.
    
    Ambos estábamos excitados todavía, recupere a Arthur a mi altura, no deje de besarlo y abrazarlo durante un rato, él también a mi, sentía el sabor de mi lefa en su boca, su cuerpo ardiendo y sudado pegado al mío, nuestras pollas empezaban a flojear, y a esas horas de la noche y después de una jornada interminable, no fue de estrañar que ambos nos quedaríamos dormidos en la habitacion de mi hotel en Bruselas.
    
    Al día siguiente empezó para mí una nueva vida, desde luego no había olvidado al malabares, pero su buen amigo Arthur, me había cautivado, me lo había pasado genial con el, y habíamos disfrutado una estupenda noche de sexo y morbo muy placentero. El problema fue que yo partía hacia España esa misma mañana, muy rápido nos sinceramos, nos dijimos que nos gustabamos y quisimos empezar una relación en la distancia que sabíamos que sería muy complicado, pero que desde luego si la superabamos, podríamos ser una bonita pareja.
    
    En todo caso las distancias hoy en día son muy relativas, las redes sociales te acercan, y cada fin de semana uno o tro nos acercábamos a la casa de cada uno. ...