El malabares del semáforo VII - Relatos Eróticos

El malabares del semáforo VII

... lamió mis orejas, para después retorciendo mi cuello buscar sus labios y fundirnos en un profundo morreo. Entonces sentí su polla entre mis nalgas, lo vi moverse buscando mi ano, su prepucio húmedo y pegajoso se clavo en agujerito, su boca mordió mi labio y entonces una sutil presión de su cadera hizo que su glande me abriera en dos, se metió haciéndose paso, gemi y me retorci, pegó otro empujón, ahora me dolió un poco más, media polla estaba dentro de mi, le mordí su labio casi haciéndole gritar, y después un último embite y su pollón me había poseído por completo, sentía mi trasero invadido por un buen pedazo de carne venoso, caliente, gordo y muy grande, se quedó unos instantes quieto, me besaba efusivamente, agarrado a mis hombros, su pecho acariciaba mi espalda y ambos estábamos ya fundidos en uno, conectados por su polla dentro de mi.

Después vino lo mejor, poco a poco sus caderas empezaron a moverse, sentí como aquel pedazo de carne enorme, se deslizaba dentro de mi, como al principio aún dolía un poco, y como el muy despacio la sacaba para luego volverla a meter hasta el fondo, se incorporo y apollo sus brazos sobre la cama, sentía su pelvis bombear contra mi trasero, su polla abrirme en canal cada vez que el la metía hasta el fondo, empecé a oír sus bufidos, sus gemidos, como gozaba haciéndomelo cada vez a más velocidad, aquel falo estaba empezando a darme placer, a golpear mi próstata, el dolor desapareció y ahora dio paso al placer, mi mano busco su trasero intentando agarrarlo para que no se fuera, para que siguiera embistiendo su pollón dentro de mi, ahora quería sentirlo con más fuerza.....

- ohhhh....ummmm....me gusta, ummmm......sigue tío , sigue....dame fuerte, quiero mas, te quiero dentro de mi.

- ah siiiii....ahhhhh siiii......quieres polla ehhhhh.....siiiiii......pues te voy a follar bien follado.

Dicho y hecho, empezó a moverse con más impetu, con más fuerza y velocidad, ahora sentía su pollón entrar y salir de mi trasero, pero no por ello me dolía más, al revés, empecé a gozar, a gemir y gemir, nuestros jadeos y suspiros se entremezclaban, el se había agarrado fuertemente a mis hombros y bombeaba su falo dentro de mi sin parar una y otra vez, yo sentía como mi ano era perforado segundo tras segundo, como su polla expandía mi esfínter, como mi próstata era sacudida por su prepucio una y otra vez, cada vez sentíamos más placer, se notaba en nuestros gemidos, en nuestras reacciones calientes, yo le pedía más y más, el se ponía más cachondo y me follaba más fuerte, empezó a gemir muy rápido, a bufar, sentí su boca morder mi lobulo repetidamente, oí como me decía, me vengo, me vengo y fue entonces cuando sentí como su pollón empezo a sacudir espasmos dentro de mi, como el se encogió y gimió de placer y varias ráfagas de semen me inundaron sin cesar. Sentí alivio, placer, mucha felicidad, un calorcito húmedo recorría mi esfínter y el se quedó quieto inmóvil encima de mi, sentía su pecho respirar con fuerza sobre mi ...