1. El malabares del semáforo VII


    Fecha: 27/07/2024, Categorías: Gays Autor: Pedrovlc44, Fuente: TodoRelatos

    Estaba tumbado en la amplia cama del hotel, completamente desnudo, boca abajo, los brazos los tenía metidos bajo la almohada, los ojos cerrados, una suave mano recorría caliente mi espalda, muy tranquilamente, con toda la suavidad del mundo, mi vello se erizaba con cada movimiento de ella, sentí como llegaba a las curvadas líneas de mi trasero, su mano lo acaricio sin prisas, imprimió un suave masaje en mis dos nalgas, para después deslizarse por mis peludas piernas, llegar a mis pies, ponerlos entre sus piernas y con sus dos manos empezar a estirar los dedos y masajearlos de una forma muy placentera, sus dedos recorrían haciendo círculos las plantas de mis pies, mis dedos ahora tocaban su miembro viril un tanto morcillon.
    
    Empecé a mover los pies sobre su polla, la agarre de forma sutil entre mis pies y empecé a masajearla en forma de masturbación, poco a poco su pene fue creciendo, se le puso dura como una piedra, su prepucio empezó a babear y el a soltar bufidos de placer, mientras el seguía jugando, acariciando mis pies. Agarró uno de ellos con sus manos , lo llevo a su boca y fue chupando uno a uno cada uno de los dedos, lamiendolos, a mí me proporcionaba una especie de cosquillas, placer, una sensación morbosa de gozo, después agarró el otro y dejó caer el anterior, busque su polla para volver a acariciarla con el, mientras mi otro pie fue literalmente comido y chupado por su boca.
    
    Dejó caer de nuevo mi otro pie, ahora volví a sobar con los dos sus huevos, su pollón, con mucho cuidado de no hacerle daño, el se inclino, saco su lengua y fue chupando mis piernas muy despacio, sentía como el calor de su saliva impregnaba mi piel, mi excitación era total, pronto su lengua surco la raja de mi culo, entre mis dos cachetes, sus manos se posaron cada una de ellas en una nalga, las masajeaba, las estrujaba con delicadeza, después las separó con habilidad y mi agujerito quedó libre para que su lengua lo lamiera. Sentí varios lametones profundos, note como varios chorros de su saliva ardiente impactaban sobre mi ano, como uno de sus dedos acaricio mi culito masajeandolo, cosa que me hizo pegar un gran suspiro, no pude más que retorcerme de placer y gemir, luego más y más lametones, más caricias de sus dedos en mi ano y cada vez mucho más cachondos los dos.
    
    Empecé a sentir uno de sus dedos penetrandome, jugando suavemente en mi interior, lo metía y sacaba sin dejar de lubricarlo con su saliva, su otra mano ahora estrujaba mucho más fuerte mis nalgas, incluso la azotaba con prudencia, yo estaba lujurioso, no podía más que jadear, suspirar y bufar de tanto placer esperando que se decidiera a hacerme suyo.....ahhhhhhh.....ummmmm.....ummmmmm.....que bueno tío.....no pares joderrrrr......ufffffff que rico......ahhhhhh....ahhhhhhh.....ummmmm....sigue....sigue......ummmmmm.
    
    Sentí como su cara y su lengua, ahora surcaba mi columna entre besos y lametones, poco a poco fue llegando hasta mis hombros, los masajeó con sus manos, beso mi cuello, mordió y ...
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