1. Mi Tío el Ranchero (10) FINAL


    Fecha: 22/09/2019, Categorías: Gays Incesto Autor: Hotman, Fuente: SexoSinTabues30

    ... que sí, pero no entendí a qué se refería. ¿Por qué me puso esa carita?… tan desconocida para mí. Me quedé parado enfrente de ellos. En realidad, no eran tantas mis ganas de orinar, era más el pretexto para dejarlos solos un rato.
    
    Así como me tenía, aprisionado por el muslo, me fue jalando poco a poco hacia él. Le dije:«¡Papá!… ya deja de hacerte el payasito… ¿a qué estás jugando?». No me contestó nada, sólo puso en su cara una sonrisa muy parecida a la diabólica del tío. Me jaló más y más hacia él. Conforme me acercaba, subió sus manos hacia mis nalgas, y de las nalgas me jaló hasta que quedé de pie frente a él, en medio de sus piernas sentadas y con mis piernas pegadas al colchón.
    
    Me abrazó, pero de una manera que no hubiera esperado… ¿acaso estaba borrachito mi papá?… no lo sabía (chance sí). Lo que hizo fue atraparme por las nalgas, me jaló hasta él y puso su cara de lado sobre mi panza y me abrazó, pero ¡con un chingo de fuerza! Como no dijo nada, no hice nada, sólo lo abracé por la cabeza. Me quedé a la expectativa… es decir: ¡YO! me quedé a la expectativa… ¡mi verga no!, porque en la confusión del abrazo, mi glande se alzó y fue a dar justo a clavarse en su cuello.
    
    Bajó la mirada para ver qué lo atosigaba por el cuello y vio mi escasa y rudimentaria verga… ¡QUE POR CIERTO!… ¡qué gacho se siente ser la verga más chiquita de la noche!… pero bueno, volviendo al punto, volteó hacia abajo, y al hacer esto, yo también volteé a ver lo que él estaba viendo y resultó que su verga estaba ya tratando de meterse en su propio ombligo…¡¿TAN EXCITADO ESTABA MI PAPÁ?!… sí, tan excitado estaba porque de tenerme aprisionado por las nalgas, sus dedos empezaron a hacer una incursión rumbo a mi ano. Mi ano estaba totalmente seco, y al sentir esto, trajo una de sus manos hasta su boca y la quiso embarrar de saliva, pero no le salió tanta como quiso, así que Carlangas dijo:«Espérame, jefe… aquí está el lubricante…». Carlos se levantó y lo encontró donde lo había dejado el tío. Regresó, se sentó de nuevo junto a mi papá, y aquí entendí que SÍ… mi papá sí estaba borrachito. No estaba acostumbrado a tomar, porque le dijo a Carlos:«A ver hijo… hazme favor de embarrarle el culo a tu hermano porque…». Ya no dijo más y Carlos entendió.
    
    Mi hermano se levantó rápido y me dice:«¡A ver chaparro!… abre las nalgas…»; y lo obedecí, pero no tanto por su voz de mando, sino porque mi papá estaba chupándome ya los pezones, lo que me hizo agacharme y al mismo tiempo exponer mi culo. Sentí la mano de Carlos, inclemente y apasionada. Después oí su voz:«¡Ya!… ya está listo el culito de este cabrón, papá». Y como si mi papá hubiera estado borracho de pasión o de alcohol, que ambos casos se hubieran ajustado a la realidad, se dejó caer sobre la cama y me dice, con los ojitos a medio cerrar, pero la cara encendida:«Vente mijo… siéntate tú solito, como ese día… despacito… ¿te acuerdas?».
    
    Yo no sabía mucho de alcohol. No sabía mucho de borrachos. No sabía mucho de sexo, pero ...
«12...121314...19»