1. Mi Tío el Ranchero (10) FINAL


    Fecha: 22/09/2019, Categorías: Gays Incesto Autor: Hotman, Fuente: SexoSinTabues30

    Resultó que el que gritó atrás de mi papá, o sea, el tío, venía cargado con una botella de Tequila y varios vasos. Se abrió paso entre mi papá y el umbral de la puerta, con una sonrisa muy parecida a la que llevaba cuando íbamos de camino hacia el río a bañarnos; caminó hasta sentarse en su cama y depositar todo en el buró. Dijo:«¡A ver Carlitos!… ¿qué tienes preparado para nosotros los viejos, cabrón?», pero sin voltear a verlo.
    
    Mi papá, Carlos y yo nos volteamos a ver y nos reímos, pero la verdad era que tanto Carlos como mi papá estaban muy nerviosos. Si alguien los conocía, era yo. Mi papá continuó en su sonrisa, caminó hacia nosotros y yo hasta me emocioné porque pensé que iba a tomar la iniciativa, pero naaaaah: sólo nos pidió que le diéramos paso porque tenía «algo» que hacer en el baño. La puerta se cerró atrás de él, con seguro y toda la cosa… ¡como si alguien fuera a entrar!
    
    El tío volteó con dos vasos de tequila servidos diciendo:«Éste es para ti Carlitos, el otro es para tu papá y…¡¿Y TU PAPÁ?!». Corrí hasta la cama frente a él y me senté:«Mi papá tuvo algo urgente qué hacer en el baño, tío». Volvió a poner todo sobre el buró y le dice a Carlos:«Véngase pa’ cá mijo… no se quede ahí parado como estatua de sal que no ha visto nada malo… véngase, vamos a esperar a que salga su papá». Carlos caminó a paso lento rumbo a mi cama y ya se iba a sentar a mi lado cuando el cabrón le dice:«NOOO… ¡zopenco!… ahí no… ¡¿qué no ve que apenas nos vamos a conocer usted y yo?!». Carlos no entendió, así que le tuve que explicar poniéndole la mano en una nalga para detenerlo de que se sentara:«Que te vayas a sentar con él, buey». Carlos jaló aire, se aclaró la garganta y dijo:«Bueno», pero sólo yo oí esa expresión.
    
    Al acercarse a su cama, el tío le puso la mano en la espalda mientras se sentaba y le dice:«¿Quiere su tequilita de una vez mijo?… ¿o esperamos a que salga su papá?». Carlos no alcanzó a contestar porque se oyó el ruido de la taza del baño y de inmediato el ruido de la regadera… ¿se iba a bañar mi papá a esas alturas del partido? El tío llegó a la conclusión de que se iban a tomar su tequilita de una buena vez porque el otro se iba a tardar. Tomaron sus copas, las chocaron y yo me levanté, ya que no había tequila para mí. Fui al baño y toqué la puerta:«¿Puedo entrar, papá?», y la respuesta fue que se corrió el seguro. Empujé la puerta y lo encontré metido en la regadera, sólo mojándose:
    
    – Papá… ¿qué haces?… (Sonrió con el agua escurriéndole por la cara)
    
    – ¡Véngase mi chiquito!… ¡mójate conmigo!
    
    – ¿Que me moje?… pues sí, pero…
    
    Y una vez abajo del chorro del agua ya no pude hablar. Finalmente saqué la cara del agua y le pregunto:
    
    – Papá… ¡¿cómo que te metes a bañar a estas horas?!… cuando que ya íbamos a…
    
    – Hijo.
    
    – ¿Qué?
    
    – ¿No necesitaste tiempo, tú, para conocerte con tu tío?
    
    – ¿Tiempo para conocernos?… no, la verdad no porque… ¡Aaaaaahhh!… ya entendí…
    
    – ¿A ver?… ¿qué entendiste?…
    
    – Que te metiste a ...
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