1. ¿Y si esta fuera la última?


    Fecha: 21/07/2024, Categorías: Incesto Infidelidad Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... espalda en la cama y yo me fui a gozar de su cálida y sabrosa panocha, le chupe el clítoris hasta que me suplicó que me detuviera, follé su coño con mi lengua y la sentí estremecerse otra vez, luego me erguí y clavé mi asta endurecida en su húmedo y caliente coño, ella gritó y respiró profundo, luego me amarró con piernas y brazos, yo metí mis manos por debajo de su culo y la comencé a bombear con todo, mis embestidas eran fuertes y profundas, grito como una colegiala y se encabritó como una potranca salvaje, su cuerpo se contorsionaba y estremecía, me mordió un hombro tratando de aplacar sus chillidos, pero no la solté, la folle con todas mis fuerzas, bramaba y rugía como una tigresa en celo, me enterró las uñas en mi espalda cuando volvió a correrse, como con venganza le enterré mi pija lo más hondo posible y me corrí a mares dentro de ella.
    
    —¡Umpf! … ¡Umpf! … ¡Umpf! … ¡Toh! … ¡Todo! … ¡Todo para ti, suegrita! …
    
    Sus quejidos, suspiros y gemidos eran como el canto de las sirenas, me cautivaban, me embelesaban. Ella estaba temblando, sus piernas se habían estirado bajo mi peso y sus músculos vaginales no cesaban de estrujar mi pene. —“Esta es la felicidad femenina”, pensé para mis adentros.
    
    —¡Oh!, mi Dios … Eduardo … ¡Aaaahhhh! … ¡Lo hemos vuelto a hacer! …
    
    Había un dejo de satisfacción total y en su rostro se formo una sonrisa de felicidad, se había entregado voluntaria y hermosamente, hace mucho tiempo que mi esposa no se corre de esta manera. Mi verga parecía no haber tenido suficiente, restaba duro como palo dentro de ella, me balanceé lentamente, sintiendo sus fluidos y mi esperma que rezumaban de su coño fresco y follado, mi suegra cerró sus ojos y arqueo su espalda en abandono total a las sensaciones lujuriosas que recorrían su cuerpo.
    
    Con parsimonia moví mi pija dentro su chochito, mis bolas estaban embadurnadas en mi propia esperma, las sensaciones eran extremadamente agradables y continué a presionar. Mi verga se deslizaba con total facilidad dentro de su coño rebosante. Mi suegra suspiró feliz.
    
    —¡Oooohhhh! … ¡Ssiii! ….
    
    Comencé a follármela metódica y profundamente, disfrutando como cada centímetro de mi pija estiraba sus pliegues empapados en el almíbar de su concha. Nos dábamos placer mutuamente, ella adivinaba mis movimientos y los acompañaba con contracciones de su coño que succionaban mi verga más y más adentro. Éramos dos animales en plena copulación, ella bramaba y yo rugía, como si fuéramos amantes desde siempre, estábamos inventando el antiguo placer del sexo. Pero ella no estaba del todo tranquila, me dijo:
    
    —Pareciera que le estoy robando algunos momentos a mi hija …
    
    No quise responder, solo me apoderé de sus tetas jugosas y comencé a lamer esos duros pezones marrones, me emborraché de goce y placer y ella me tironeaba los cabellos y chillaba como una doncella a su primera noche, yo se las mamaba como queriendo volver a ser un niño famélico.
    
    —¡Oooohhhh! … ¡Sssiiiii! …
    
    Mi suegra se aferró muy ...
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