1. ¿Y si esta fuera la última?


    Fecha: 21/07/2024, Categorías: Incesto Infidelidad Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    Bueno, la pandemia tuvo seguramente efectos terribles e increíbles en todos nosotros, pero lo que me sucedió con mi suegra fue algo del todo fuera de lo común.
    
    Habíamos recibido algunos bonos dinero del estado, retirado dinero desde nuestros fondos de pensión y no teniendo deudas ni intenciones de hacer grandes negocios, decidimos que era hora de efectuar algunas reparaciones en casa, pero era necesario dejar nuestro apartamento por algunas semanas. Mi suegra no estaba muy feliz de alojarnos por el tiempo necesario para finiquitar los trabajos, pero mi esposa es su hija única, ella estaba viuda desde hace tres años y dijo que podría soportarme por ese corto espacio de tiempo.
    
    Yo sé que me odia, pero no sé el porqué. A su vez, yo también le demuestro que ella no me agrada. Es una mutua antipatía y lo único que nos une es el amor por esa belleza de mujer que es mi esposa. Mi mujercita dice que después de la muerte de su marido, ella odia a todos los hombres y que no le hiciera caso. Con esa premisa nos fuimos a vivir este par de semanas con mi suegra.
    
    Una mañana temprano, mi mujer salió al trabajo y yo me quedé en casa con mi día libre. Me fui a la cocina a prepararme una taza de café, yo estaba vestido solo con mi bata de baño, mi mujer me había dejado con una semi erección con sus carantoñas mañaneras de despedida, el bulto era obvio. Mi suegra sin saber de que yo estaba en la cocina, se levanto a su vez con la misma idea de prepararse algo para desayunar, posiblemente acostumbrada a vivir sola, vestía solo su camisón de dormir. Para mi fue una sorpresa verla con esa prenda íntima cortísima y trasparente, sus tetas que había tenido ocasión de apreciar solo cuando vestía traje de baño o su indumentaria habitual, se traslucían espléndidamente bajo la delgada tela de su camisón, además, al ser de color negro, sus bubis blancas, redondas y perfectas, eran un verdadero espectáculo.
    
    Jamás me esperé su repentina reacción cuando me vio, tomo de un cajón del mueble de cocina un uslero y me rompió la cabeza con un golpe. Literalmente me hizo ver estrellas. Me abalancé contra ella para quitarle su arma contundente, pues sus intenciones eran de seguir golpeándome. Entre tiras y aflojas de la pelea sus dos graciosas tetas se salieron de su camisón. Lo que provocó en mí una erección espontanea y gigantesca, la situación era absurda. Tomé sus manos detrás de la espalda, su camisón estaba enrollado a su cuerpo, no vestía tanga, pero sus bragas eran pequeñas y del mismo color de su camisón, al parecer de la misma tela trasparente, la hendedura de su coño depilado era claramente visible. Caímos al suelo, yo encima de ella, luchaba por liberarse y yo luchaba por ganarle por sumisión, sus rezongos e insultos eran histéricos. Me monté sobre sus muslos, ahora su camisón no cubría absolutamente nada de su cuerpo, sus maravillosas tetas se movían de un lado a otro, causando que mi erección aumentara. Sin siquiera pensarlo, agarré sus piernas y me las llevé a ...
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