1. ¿Y si esta fuera la última?


    Fecha: 21/07/2024, Categorías: Incesto Infidelidad Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... los hombros, fácilmente moví sus diminutas bragas sobre sus muslos y le planté mi endurecida erección directamente entre los labios de su panocha.
    
    Dejó de luchar al sentir mi pene adentrarse en su vagina encharcada, no la dejé moverse. Me escupió a la cara, ese fue su último acto de agresión hacia mí. Al sentir su escupitajo, la penetré hasta el fondo. Lanzó un quejido, me agaché con mi rostro escupido y ensangrentado y la besé en los labios, inexplicablemente no rehuyó mi beso, la estaba follando con mi verga hundida hasta las bolas en su coño estrecho y mojado. Jadeó como un animal herido, relajó sus piernas y las abrió. Sin mediar argumentos, estábamos follando como hombre y mujer, su ira desapareció, comenzó a acompañar mis embistes con gemidos y se abrazó a mí. No quise mirarla, simplemente la follé, no sabía si desistir y dejarla ahí con sus bragas abajo, considerando que esto podía ser tomado como una violación, o dejar su panocha bañada y llenita. Decidí por esto último y continué a follarla hasta cuando la sentí estremecerse como una veinteañera. Jadeante me levanté con mi pene goteando sus fluidos y los míos y la dejé sobre el piso de la cocina.
    
    Los días siguientes fueron diferentes, ella ya no me atacaba, pero me rehuía, mi señora se dio cuenta y me preguntó:
    
    —¿Qué le has hecho a mamá? … Antes siempre te buscaba para pelear contigo … ahora te evita … ¿De alguna manera la has ofendido? …
    
    No, —“Simplemente la hice feliz”, pensé para mis adentros, pero obviamente no podía responder eso.
    
    —Nada … no le he hecho nada … tal vez se haya sentido ofendida por algo que dije … pero ya se le pasará y volverá a ser la mamá ogra de siempre …
    
    Todavía había algunas cosas que giraban por mi cabeza: ¿Cuál fue el motivo de mi erección?, ¿Porqué su vagina estaba tan mojadita y pronta para ser follada? Finalmente comenzamos a mirarnos e intercambiar algunos comentarios, hasta que un día se me acercó:
    
    —Eduardo … no sé que paso entre tú y yo … pero no dejo de pensar en ti … me siento atraída a ti … me estoy volviendo loca y ya no sé que pensar … ¿Hay alguna explicación para esto? …
    
    —Yo también lo he estado pensando … estoy pronto a disculparme por lo sucedido … pero al mismo tiempo debo decir que me gustó mucho lo que hicimos … también siento esta atracción hacia ti …
    
    —¡Diantres! … ¡Esto no está bien! … ¡Somos adultos! … ¡Nunca debería haber sucedido algo así! … ¡No puedo entenderlo! … ¿Qué diría mi hija si se enterara? …
    
    —No tiene porque saberlo … yo no diré nada …
    
    —Tú no dirás nada … pero me siento una basura … ¿Y que haremos de ahora en adelante? …
    
    —Yo no me siento del mismo modo … he pensado mucho sobre lo sucedido y he concluido que me encantó el haberlo hecho contigo …
    
    —¿Qué? … ¿Me quieres después de que te rompí la cabeza? …
    
    —Eso es algo que no logro entender … pero a decir la verdad, la follada estuvo fabulosa …
    
    —¡Ah! … ¿Te gustó? …
    
    —Sí, suegra … fue delicioso …
    
    Diciendo esto me acerqué a ella, ...
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