Abrí la caja de pandora - Relatos Eróticos

Abrí la caja de pandora

... su mano, literalmente.

Seguíamos besándonos como sedientos, y yo sentada en el columpio de su brazo, apretando mis piernas para tratar de que sus dedos perforasen lo más cachondo posible y profundo de mi con auténtica ansia..

Mis manos que sólo habían estado en su cuello, se deslizaron por su muscoloso pecho, dios..estara cañon el hijo de puta. toqué su vientre, menudas abdominales..hay que acariciarlas para entenderlo! levanté su camise y toque lo reconozco, le sobé mientras me masturbaba y me besaba mientres me follaban sus dedos y se tragaba mi lengua y en ese momento celestial un nuevo instrumento...con mi codo sentí un auténtico garrote en su pantalón, Era como un martillo!! sólo de sentirlo me hizo estremecerme. No sé cómo lo hice de bieno pero.... me quedaba lo mejor para el final.

Sólo lo acaricié un poco por fuera chicos, pero lentamente, como no dando crédito a semejante bulto que iba a reventar su Vaquero. Podía notar hasta humedad a traves del pantalón en donde llegaba su punta. Sería posible? el tio perfecto estaba realmente tan cachondo haciendome un dedaco y comiendome entera?

Pues así fue que al poco de tocarle por encima, separó su boca de la mía y dijo con voz clara y firme "cómemela" Me lo ordenó. Sus palabras resonaron en mñi como moviendo cada nervio y provocando justo eso... que se la comiera ya.

Como si de la orden más esperada por cada centímetro de mi cuerto se tratase, como el pistoletazo de salida de la carrera más importante de mi vida, junto con el disparo me disparé yo, me desensarté el coño de su mano, me tiré al suelo (que hasta me hice daño en las rodillas) y como una posesa me concentré en desabrocharle el pantalón.

Torpe pero ansiosa, conseguí que los botones uno a uno fueran saliendo y apareció un boxer rojo de Ck, hinchado, empapado en la punta, como si se hubiera corrido... adivináis lo que hice? Efectivamente, fui ahí como una loca. a chupar.

Era como cuando te dan una pequeña cucharilla de un sabor de helado para que lo pruebes, podía ahora, nada más llegar probar su líquido preseminal y ver de qué estaba hecho por dentro. Y lo que noté al saborear su calzoncillo y su polla a través de él, fue un sabor a hombre, a rabo, a sexo, que me hizo palpitar como si mi chocho fuera a explotar.

le bajé su calzoncillo y me puse a mamar como si llevare toda la vida haciéndolo. COmo si fuera experta, como si necesitase cada centímetro de su verga en mi garganta. Visto el arma de mi vecino esto no era tan temible, pero me preguntaba si era justo que un chico tan guapo, físicamente potente, con esa sonrisa, tuviera esa pedazo de polla, que sin ser tan tremenda, se veía que era un arma perfecta de destrucción. Curvada, con el glande ligeramente más grande que el tronco...

Yo mamaba y acompañaba de mi mano derecha, subía y bajaba su piel, y de vez en cuando acariciaba sus pelotas depiladas sorprendida de su suavidad.

Cuando me dí cuente de que mientras le hacía esa mamada me estaba masturbando, ...